domingo, 26 de febrero de 2006

El científico y el ego

Había una vez un científico que descubrió el arte de reproducirse a sí mismo de manera tan perfecta, que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción. Un día, se enteró de que lo andaba buscando el ángel de la muerte, entonces decidió hacer doce copias de sí mismo.
Al llegar a la tierra, el ángel no pudo identificar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo, pero no por mucho tiempo. Como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estrategia para identificarlo.
Regresó de nuevo a la tierra y dijo:- "Debe de ser usted un genio señor, para haber elaborado tan perfectas reproducciones de sí mismo. Sin embargo, hedescubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".El científico pegó un salto y gritó:- "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?".- "Justamente aquí", respondió el ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo.
Autor desconocido

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