jueves, 30 de marzo de 2006

El poder de la lengua

..Un mercader griego y rico quería dar un banquete con comidas especiales. ..Llamó a su esclavo y le ordenó que fuera al mercado acomprar la mejor comida. ..El esclavo volvió con un bello plato, cubierto con unfino paño. ..El mercader removió el paño y asustado dijo:- ¿Lengua? ¿Es éste el plato más delicioso que encontraste? El esclavo, sin levantar la cabeza, respondió:- La lengua es el plato más delicioso, si señor. ..Es con la lengua que usted pide agua, dice "mamá",hace amistades, conoce personas, distribuye susbienes, perdona. ..Con la lengua, usted conquista, reúne a las personas, secomunica, dice "Dios mío", reza, canta, cuenta historias, guardala memoria del pasado, hace negocios, dice "yo te amo". ..El mercader, no muy convencido, quiso testear lasabiduría de su esclavo y lo envió nuevamente al mercado,ordenándole que trajera el peor de los alimentos. ..Volvió el esclavo con un lindo plato, cubierto porfino tejido que el mercader retiró, ansioso, para conocer elalimento más repugnante. - ¡Lengua, otra vez! dijo el mercader, espantado. - Si, lengua, dijo el esclavo, ahora más altivo.Es la lengua que condena, separa, provoca intrigas y celos. Es con ella que usted blasfema y manda al infierno. La lengua expulsa, aísla, engaña al hermano, respondea la madre, ofende al padre... La lengua declara guerra. Es con ella que ustedpronuncia la sentencia de muerte. No hay nada peor que la lengua y no hay nada mejor quela lengua. Depende del uso que Ud. haga de ella.Y sin esperar respuesta, el siervo hizo una reverencia y se retiró.
Autor desconocido

El corazón de la sandía

..Cuando era chico, la sandía en Minnesota era una exquisitez. Un compañero de mi padre, Bernie, era un próspero mayorista de fruta y verduras que tenía un depósito en St. Paul....Todos los veranos, cuando llegaban las primeras sandías, Bernie nos llamaba. Papá y yo íbamos al depósito de Bernie y tomábamos posiciones. Nos sentábamos en el borde del muelle, con los pies colgando, y nos inclinábamos, minimizando el volumen del jugo que estábamos a punto de derramarnos encima...Bernie traía su machete, abría nuestra primera sandía, nos alcanzaba a ambos un gran pedazo y se sentaba junto a nosotros. Entonces enterrábamos la cara en la sandía, comíamos sólo el corazón - la parte más roja -, jugosa, firme, libre de semillas y perfecta - y tirábamos el resto.Bernie era lo que mi padre consideraba un hombre rico. Siempre pensé que se debía a que era un hombre de negocios de mucho éxito. Años después, me di cuenta de que aquello que mi padre admiraba en la riqueza de Bernie era menos la sustancia que su aplicación. El sabía cuándo dejar de trabajar, reunirse con amigos y comer sólo el corazón de la sandía.Lo que aprendí de Bernie es que ser rico es un estado de ánimo. Algunos de nosotros, al margen de cuánto dinero tengamos, "nunca" seremos lo bastante libres como para comer SÓLO EL CORAZÓN DE LA SANDÍA. Otros son ricos sin tener más que un cheque de sueldo por delante.Si uno no se toma el tiempo para dejar que los pies cuelguen sobre el muelle y disfrutar de los pequeños placeres, su carrera probablemente será abrumadora.Durante muchos años, me olvidé de esa lección que aprendí de chico en el muelle de carga. Estaba demasiado ocupado haciendo todo el dinero que podía. Afortunadamente, la volví a aprender. Hoy tengo tiempo para alegrarme con los éxitos de los demás y para disfrutar de cada día. ESE ES EL CORAZÓN DE LA SANDÍA. He aprendido a arrojar el resto.¡ Por fin soy rico ! Harvey Mackay

miércoles, 29 de marzo de 2006

La culpa no es del chancho

Un hacendado coleccionaba caballos y solo le faltaba una determinada raza. Un dia se dio cuenta que su vecino tenia ese determinado caballo. Asi el trato dia tras dias de convencer a su vecino de que se lo vendiera hasta convencerlo.Un mes despues, el caballo enfermo y el llamo al veterinario, quien le dijo: "Bien...su caballo esta con un virus y es necesario que tome este medicamento por tres dias consecutivos. Luego de tres dias veremos si ha mejorado, si no lo ha hecho entonces no queda mas remedio que sacrificarlo". En ese mismo momento el chancho escuchaba la conversacion. Al siguiente dia le dieron el medicamento y se fueron.El chancho se acerco y le dijo: "Fuerza amigo !!! Levantate de ahi, sino vas a ser sacrificado !!!" Al segundo dia le dieron nuevamente el medicamento y se fueron, el chancho se acerco y le dijo: "Vamos mi gran amigo !!! Levantate, sino vas a morir. Vamos, yo te ayudo !!!!"Al tercer dia le dieron el medicamento y el veterinario dijo: "Probablemente, vamos a tener que sacrificarlo mañana, porque puede contagiarle el virus a los demas caballos". Cuando se fueron, el chancho se acerco y le dijo: "Vamos amigo, es ahora o nunca !!!! Animo....fuerza....yo te ayudo...vamos....un, dos, tres....despacio....ya casi....eso.....eso.....ahora corre despacio.....mas rapido....fantastico.....corre.....corre. Venciste campeon !!!!"En eso llega el dueño del caballo y ve al caballo corriendo y dice: "Milagro !!! El caballo mejoro....hay que hacer una fiesta !!!!! Vamos a matar al chancho y a hacer unos buenos chorizos para festejarlo !!!!"
Autor desconocido

martes, 28 de marzo de 2006

Parábola de las quejas

.."Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien lecomunicó que le esperaba un futuro fabuloso: se le daría la oportunidad dehacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro dela comunidad y de casarse con una mujer hermosa.
..Ese hombre se paso la vida esperando que los milagros prometidosllegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo ypobre...Cuando llegó a las puertas del cielo vio al ángel que lehabía visitado tiempo atrás y protestó:
..- "Me prometiste riqueza, una buena posición social y una bellaesposa. Me he pasado la vida esperando en vano!Yo no te hice esa promesa, replicó el ángel. Te prometí laoportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa.El hombre estaba realmente intrigado. "No entiendo lo que quieresdecir", confesó.- "Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero elmiedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en practica?"El hombre asintió con un gesto.- "Al no decidirte unos años más tarde, se le dio la idea a otrohombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidieraponerlo en practica.- Recordarás que se convirtió en uno de los hombres mas ricosdel reino."
"También, recordarás,... prosiguió el ángel, aquellaocasión en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles depersonas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuvisteoportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los supervivientes,pero no quisiste dejar tu hogar solo por miedo a que los muchossaqueadores que había te robasen tus pertenencias, así queignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa."
El hombre asintió con vergüenza. "Esa fue la gran oportunidad desalvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganadorespeto de todos ellos" continuo el ángel.
- "Por último, ¿recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, quete había atraído tanto?... la creías incomparable a cualquierotra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer nose casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nuncallegaste a proponérselo"
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban porsus mejillas.- "Sí, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa" dijo elángel."Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener hermososhijos y multiplicar la felicidad en tu vida"
Autor desconocido

El anillo del rey

...Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
-Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que
pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos,
y a los herederos de mis herederos, para siempre.
Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del
anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito
grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total... Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre.
La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
-No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.
Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en
una ocasión me encontré con un Sacerdote. Era invitado de tu padre y yo estuve
a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje, el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey. Pero no lo leas le dijo, mantenlo escondido en el anillo.
Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a
la situación.
-Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían.
Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia
delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso:
Simplemente decía "ESTO TAMBIÉN PASARÁ".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos. El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas.
Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
-Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
-¿Qué quieres decir? preguntó el rey. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
-Escucha, dijo el anciano: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras.
No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso.
No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado. Entonces el anciano le dijo:
RECUERDA QUE TODO PASA. Ninguna cosa, ni ninguna emoción son permanentes.
Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza.
Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza
misma de las cosas.
GRÁBATELO BIEN EN TU CABEZA Y EN TU CORAZÓN.
Autor desconocido

domingo, 26 de marzo de 2006

¡Que uñas más sucias tienes!

...No se trata de una versión mejorada de Caperucita Roja. ¡No! Lo que te quiero contar sucedió cuando recién empezaba mis estudios secundarios.
...Una compañera, de nombre Grettel, se quedó contemplando mis manos y realizando una mueca de desaprobación, me dijo:–¡Qué uñas más sucias tienes!
...Y contra todos los pronósticos posibles, al tiempo que mi cara esbozaba una sonrisa, le contesté en forma sincera:–Muchas gracias. Es lo más hermoso que me han dicho en el día...
Aunque pareciera de locos... ¡esa fue mi natural respuesta! ¿Qué me había obligado a reaccionar tan contento a una frase ofensiva?
Retrocedamos un poco en el tiempo. Durante los últimos años de la escuela, adquirí el mal hábito de comerme las uñas. Me las devoraba sin misericordia. Y un día de tantos, tome la firme decisión de dejar de hacerlo.
Por eso fue que mis oídos escucharon un sonido angelical cuando alguien, por primera vez en mucho tiempo, había advertido que tenía uñas largas. Que estuvieran llenas de tierra y mugre..., bueno... ¡eso era secundario!
Autor desconocido

sábado, 25 de marzo de 2006

El gesto de la muerte

Un joven jardinero persa dice a su príncipe:
-¡Sálvame! Encontré a la Muerte esta mañana. Me hizo un gesto de amenaza. Esta noche, por milagro, quisiera estar en Ispahan.
El bondadoso príncipe le presta sus caballos. Por la tarde, el príncipe encuentra a la Muerte y le pregunta:
-Esta mañana ¿por qué hiciste a nuestro jardinero un gesto de amenaza?
-No fue un gesto de amenaza -le responde- sino un gesto de sorpresa. Pues lo veía lejos de Ispahan esta mañana y debo tomarlo esta noche en Ispahan.
Jean Cocteau

viernes, 24 de marzo de 2006

Vive como creas que es mejor

...Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron viajar, trabajar y conocer mundo. Así,se fueron los tres con su burro.
...Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: Mira ese chico mal educado... él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas.
...Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él.
...Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba: Mira qué sinvergüenza ese tipo ... deja que la criatura y la pobre mujer tiren del burro, mientras él va muy cómodo encima. Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro mientras padre e hijo tiraban de las riendas.
...Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba: Pobre hombre! Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro! y pobre hijo ¡ qué le espera con esa madre!. Se pusieron de acuerdo y decidieron subir al burro los tres para comenzar nuevamente su peregrinaje.
Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores decían: Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva, van a partirle la columna!... Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro.
Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes: Mira a esos tres idiotas: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos!
Autor desconocido

No era feliz

Entonces, escribió un libro, plantó un árbol,tuvo un hijo y tampoco pudo decir que lo era. Entonces, escribió otro libro, plantó más árbolesy tuvo varios hijos, pero nada cambió. Entonces, escribió sobre el árbol, tuvo cinco millibros, plantó a sus hijos, y fue más desdichado. Entonces, plantó los libros, le escribió a sus hijosy se sintió más desgraciado. Entonces, cerró el libro, le habló a sus hijos yse durmió bajo el árbol para siempre En ese lugar hay una placa que dice:
"Yace aquí un hombre que
se olvidó de amar a los
árboles, a los hombres
y a sus hijos"
Jorge Bucay

Buena o mala suerte

A pesar de ser un campesino muy pobre, tenía un caballo extraordinario, tan fino que el señor del castillo quería comprárselo, pero el viejo labriego se rehusaba a vendérselo.
-Para mí, este caballo no es solamente un animal, es un amigo. ¿Cómo puedo vender yo a un amigo?
Una mañana el labrador entró al establo y no encontró a su caballo. Al enterarse, los vecinos le dijeron:
- Te lo advertimos. Debiste haber vendido el caballo, te negaste y ahora te lo robaron. !Qué mala suerte tienes!
El viejo hombre les respondía:
- ¿Mala, o más bien buena suerte?
Todos se burlaban de él.
Dos semanas después, el caballo regresó seguido de una manada de potros salvajes.
Su corcel había escapado detrás de una hermosa yegua y retornaba ahora con la manada entera siguiéndolos.
- ¡Qué suerte! -exclamaron los vecinos.
El viejo hombre inició entonces con su hijo la tarea de domar los caballos. Una semana más tarde, el muchacho se rompió una pierna entrenando a los potros.
- ¡Qué infortunio! ¿Quién lo va a relevar, si no tiene cómo contratar a un reemplazo? -comentaron los vecinos.
El anciano les contestó:
- ¿Mala, o buena suerte?
Pasaron unas semanas, cuando de repente el ejército real llegó al pueblo y enlistó a los jóvenes en sus filas. Todos fueron enrolados excepto el hijo del viejo, quien no les interesó, porque tenía una pierna fracturada.
- ¡Qué suerte tienes! -le dijeron los vecinos llorando-. A nuestros hijos se los llevaron a la guerra y probablemente morirán, mientras tu hijo permanecerá contigo.
Conmovido, el viejo hombre replicó:
- Buena o mala suerte, ¿quién sabe?
Autor desconocido

miércoles, 22 de marzo de 2006

El pescador

Un banquero americano estaba en el muelle de un pueblito caribeño, cuando llegó un botecito con un solo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El americano elogió al pescador por la calidad del pescado y le pregunta cuánto tiempo le había tomado pescarlos.El pescador respondió que sólo un rato.El americano le preguntó que por qué no permanecía más tiempo y sacaba más pescado. El pescador dijo que él tenía lo suficiente para satisfacer las necesidades inmediatas de su familia.El americano le preguntó qué hacía con el resto de su tiempo.
El pescador dijo: "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, hago siesta con mi señora, voy todas las noches al pueblo donde tomo vino y toco guitarra con mis amigos.. Tengo una vida agradable y ocupada." El americano replicó: "soy de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y, con los ingresos, comprar un bote más grande y, con los ingresos del bote más grande, podrías comprar varios botes; eventualmente tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer directamente a un procesador y, eventualmente, abrir tu propia procesadora.Deberías controlar la producción, el procesamiento y la distribución.Deberías salir de este pueblo e irte a la capital, donde manejarías tu empresa en expansión."El pescador le preguntó: "Pero cuánto tiempo tardaría todo eso?"A lo cual respondió el americano: "Entre 15 y 20 años." "Y luego qué?", preguntó el pescador.El americano se rió y dijo que esa era la mejor parte: "Cuando llegue la hora deberás vender las acciones de tu empresa al público.Te volverás rico.... tendrás millones!!!!" - "Millones ... y luego qué?"- "Luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes dormir hasta tarde, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, ir todas las noches al pueblo donde tomas vino y tocar guitarra con tus amigos".

Y el pescador respondió: "Y acaso no es eso lo que ya tengo?"
Rogelio Narvaez

martes, 21 de marzo de 2006

No cargues con las piedras con las que tropiezas

Hu-Ssong propuso a sus discípulos el siguiente relato: - Un hombre que iba por el camino tropezó con una gran piedra. La recogió y la llevó consigo. Poco después tropezó con otra. Igualmente la cargó. Todas las piedras con que iba tropezando las cargaba, hasta que aquel peso se volvió tan grande que el hombre ya no pudo caminar. ¿Qué piensan ustedes de ese hombre? - Que es un necio -respondió uno de los discípulos-. ¿Para qué cargaba las piedras con que tropezaba? Dijo Hu-Ssong: - Eso es lo que hacen aquellos que cargan las ofensas que otros les han hecho, los agravios sufridos, y aun la amargura de las propias equivocaciones. Todo eso lo debemos dejar atrás, y no cargar las pesadas piedras del rencor contra los demás o contra nosotros mismos. Si hacemos a un lado esa inútil carga, si no la llevamos con nosotros, nuestro camino será más ligero y nuestro paso más seguro. Así dijo Hu-Ssong, y los discípulos se hicieron el propósito de no cargar nunca el peso del odio o del resentimiento.

domingo, 19 de marzo de 2006

Las alas son para volar

...Y cuando se hizo grande, su padre le dijo:
Hijo mío, no todos nacen con alas...y si bien es cierto que no tenés obligación de volar, me parece que sería penoso que te limitaras a caminar, teniendo las alas que el buen Dios te ha dado. Pero no se volar - contestó el hijo - Es verdad...- dijo el padre, y caminando lo llevóhasta el borde del abismo en la montaña. Ves hijo, este es el vacío. Cuando quieras volar vas a pararte aquí, vas a tomar aire, vas a saltar al abismo y extendiendo las alas, volarás. El hijo dudó:
Y si me caigo? Aunque te caigas no morirás, solo algunos machucones que te harán más fuerte para el siguiente intento – contestó el padre – El hijo volvió al pueblo, a sus amigos, a sus pares, a sus compañeros, con los que había caminado toda su vida.
Los más limitados le dijeron:
¿Estás loco? ¿Para que? Tu viejo está medio zafado...¿Qué vas a buscar volando? ¿Por qué no te dejás de pavadas? ¿Quién necesita volar? Los más amigos le contestaron:
¿Y si fuera cierto? ¿No será peligroso? ¿Porque no empezás despacio? Prueba tirarte desde una escalera, o desde la copa de un árbol, pero...¿desde la cima? El joven escuchó el consejo de quienes lo querían. Subió a la copa de un árboly, con coraje, saltó...Desplegó las alas, las agitó en el aire con todas sus fuerzas pero igual se precipitó a tierra...
Con un gran chichón en la frente, se cruzó con su padre:
¡Me mentiste! No puedo volar. Probé, ¡mira el golpe que me di! No soy como tu, mis alas solo son de adorno. Hijo mío – dijo el padre – Para volar, hay que crear el espacio de aire libre necesario para que las alas se desplieguen. Es como para tirarse de un paracaídas, necesitás cierta altura ante de saltar. Para volar hay que empezar corriendo riesgos.
Si no querés, quizás lo mejor sea resignarse y seguir caminando para siempre.
Jorge Bucay

sábado, 18 de marzo de 2006

Leyenda sobre el amor

Dicen que hace muchos, muchos años, vivían juntas las virtudes con los defectos. Y un día la Ternura, tan tierna ella, tan tierna, le dijo al Aburrimiento: -¿Y si jugamos a algo? - ¿Te parece? - le dijo el otro con un dejo de hastío.
Y entonces vino la Alegría: -!Ay, sí! Juguemos a las escondidas.-
Y entonces vino la Locura: - Miren que yo voy a jugar, pero les aviso que yo cuento, yo cuento, yo cuento- . Y la dejaron contar porque la pobre se ponía tan loca cuando la contradecían. Y empezó a contar como una loca: -20,25,97,78,82-
Y cada uno corrió a esconderse. La Dulzura, se dejó llevar por la fragancia, por el aroma y se ocultó en un panal de miel. En cambio la Pasión, avanzó con paso decidido, con entusiasmo arrollador y se asomó al cráter de un volcán...había fuego, calor, mas se escondió ahí. La Duda estaba indecisa: -!Ay!, no sé si esconderme detrás del árbol, o detrás de la piedra...No, mejor detrás del árbol... no, mejor detrás de la piedra.-
En cambio la Mentira dijo: -!Yo me voy a esconder detrás del nogal¡- Y se escondió detrás del ciprés.-
Y así cada uno fue ocultándose... mientras tanto la Locura, seguía contando como una loca: -20,30,40,50...
Y el Amor...el se había escondido detrás del tallo frágil de un rosal, y pensó: - Bueno, por más que sea una loca, este escondite es tan, tan inseguro... que me va a encontrar enseguida.-
Entonces cavando con sus manos, llegó hasta las raíces del rosal y se cubrió con los terrones todavía húmedos de tierra y se quedó oculto ahí.
Mientras tanto Locura terminó de contar: - 98,99,100, punto y coma, el que no se escondió se embroma!. Y salió a buscarlos. Apenas dio un paso tropezó con la Pereza que no había tenido voluntad para esconderse. - ¡Piedra libre la pereza!.- Dijo la Locura.
Inmediatamente encontró a la Duda que no se había podido decidir: - ¡Piedra libre la Duda.!-
Y así fue encontrando a todos....la Pasión tan predecible, se encontró enseguida, lo mismo que la Dulzura. Encontrar al Capricho le dio un poco de trabajo, porque este se arañaba entre los espinos y no quería y no quería y no quería salir. El olor nauseabundo y pestilente, la condujo hasta la basura, donde estaba escondida la Injusticia. Y así la Locura fue encontrando a todos, y cada uno. Y estaba como loca de contenta!hasta que se dio cuenta que le faltaba el Amor. Entonces vino la Traición y le dijo: - Está escondido entre las raíces del rosal.-
Y la Locura, como una loca, empezó a cavar y a cavar; pero el Amor se había escondido muy profundo. Y entonces vino la Maldad y le dio una horquilla.
La Locura, como loca, la hundió una y otra vez en la tierra, una y otra vez hasta que escuchó un grito de dolor: - ¡Ay, Locura, que me has hecho.!- Y la Locura tiró la horquilla.
- ¡Ay, Locura! - dijo el Amor. - ¡Qué me has hecho... me has quitado los ojos.!
La Locura desesperada, se arrodilló frente al Amor y le suplicó que la perdonara:
-¿Que puedo hacer, que puedo hacer para compensarte?, decía la Locura. Y el Amor, que todo lo perdona, la acarició y le dijo:
- Pues ahora tendrás que ser mi lazarillo.-
Y es por eso que desde entonces, el Amor anda vagando por el mundo, completamente ciego, siempre de la mano de la Locura.
Autor desconocido

viernes, 17 de marzo de 2006

El principito

-Pero..., quién eres tú?-preguntó el principito- Eres muy hermoso...
-Soy un zorro-dijo el zorro.
-Acércate..., ven a jugar conmigo-propuso el principito- Estoy tan triste!...
-Jugar contigo? No..., no puedo-dijo el zorro- Aún no estoy domesticado.
-Ah! Perdón-se excusó el principito.
Interrogó, luego de meditar un instante:
-Has dicho "domesticar"? Qué significa "domesticar"?
-Tú no eres de aquí-afirmó el zorro- Puedes decirme qué es lo que buscas?
-Busco a los hombres-respondió el principito- Dime, qué significa "domesticar"?
-Los hombres-intentó explicar el zorro- poseen fusiles y cazan. Eso es bien molesto. Crian también gallinas; es su único interés. Tú buscas gallinas, verdad?
-No-dijo el principito- Busco amigos. Qué significa "domesticar"?
-Ah!..., es una cosa muy olvidada-respondió el zorro- Significa "crear lazos".
-Crear lazos?-preguntó el principito.
-Así es-confirmó el zorro- Tú para mí, no eres más que un jovencito semejante a cien mil muchachitos. Además, no te necesito. Tampoco tú a mí. No soy para tí más que un zorro parecido a cien mil zorros. En cambio, si me domesticas..., sentiremos necesidad uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para tí único en el mundo...
-Creo que empiezo a entender-dijo el principito- Hay una flor... Creo que me ha domesticado.
-Es probable-contestó el zorro- En este planeta, en la Tierra, pueden ocurrir todo tipo de cosas...!
Antoine de Saint Exupery

jueves, 16 de marzo de 2006

Para llorar

....Hace algunos años, en las olimpiadas para minusválidos de Seattle, también llamadas de "Paraolimpiadas", nueve participantes, todos con deficiencia mental o física, se alinearon para la salida de la carrera de los cien metros planos.
A la señal, todos partieron, no exactamente disparados, pero con deseos de dar lo mejor de si,terminar la carrera y ganar el premio. Todos, excepto un muchacho, que tropezó en el piso, cayó y rodando comenzó a llorar.
Los otros ocho escucharon el llanto, disminuyeron el paso y miraron hacia atrás. Vieron al muchacho en el suelo, se detuvieron y regresaron... ¡Todos!
Una de las muchachas, con Síndrome de Down, se arrodilló, le dio un beso al muchacho y le dijo:"Listo, ahora va a sanar". Y todos, los nueve competidores entrelazaron los brazos y caminaronjuntos hasta la línea de llegada.
El estadio entero se puso de pie y no había un solo par de ojos secos. Los aplausos duraron largosminutos, las personas que estaban allí aquél día, repiten esa historia hasta hoy. ¿Por qué?

miércoles, 15 de marzo de 2006

El poder de las palabras

Cuenta la historia que en cierta ocasión, un sabio maestro se dirigía a su atento auditorio dando valiosas lecciones sobre el poder sagrado de la palabra, y el influjo que ella ejerce en nuestra vida y la de los demás."Lo que usted dice no tiene ningún valor"- lo interpeló un señor que se encontraba en el auditorio. El maestro le escuchó con mucha atención y tan pronto terminó la frase, le gritó con fuerza: "Cállate, estúpido!! y siéntate, idiota"!!.Ante el asombro de la gente, el aludido se llenó de furia, soltó varias impresiones y, cuando estaba fuera de sí, el maestro alzó la voz y le dijo: "Perdone caballero, le he ofendido y le pido perdón; acepte mis sinceras excusas y sepa que respeto su opinión, aunque estemos en desacuerdo".El señor se calmó y le dijo al maestro: "Le entiendo, y también pido disculpas y acepto que la diferencia de opiniones no debe servir para pelear, sino para mirar otras opciones".El maestro le sonrió y le dijo: "Perdone usted que haya sido de esta manera, pero así hemos visto todos del modo más claro, el gran poder de las palabras: Con unas pocas palabras le exalté, y con otras pocas le calmé"
Autor desconocido

martes, 14 de marzo de 2006

Los amigos y el cielo

Un hombre, su caballo y su perro, caminaban por una calle. Después de mucho caminar, el hombre se dio cuenta que los tres habían muerto en un accidente. Hay veces que lleva un tiempo para que los muertos se den cuenta de su nueva condición. La caminata era muy larga, cuesta arriba, el sol era fuerte y los tres estaban empapados en sudor y con mucha sed. Precisaban desesperadamente agua. En una curva del camino, avistaron un portón magnífico, todo de mármol, que conducía a una plaza calzada con bloques de oro, en el centro de la cual había una fuente de donde brotaba agua cristalina. El caminante se dirigió al hombre que desde una garita cuidaba de la entrada.-Buen día, dijo el caminante. -Buen día, respondió el hombre. -¿Qué lugar es este, tan lindo? pregunto el caminante.-Esto es el cielo, fue la respuesta. -Que bueno que nosotros llegamos al cielo, estamos con mucha sed, dijo el caminante -Usted puede entrar a beber agua a voluntad, dijo el guardián, indicándole la fuente. -Mi caballo y mi perro también están con sed. - Lo lamento mucho, le dijo el guarda. Aquí no se permite la entrada de animales. El hombre se sintió muy entristecido porque su sed era grande. Mas el no bebería, dejando a sus amigos con sed. De esta manera, prosiguió su camino. Después de mucho caminar cuesta arriba, con la sed y el cansancio multiplicados, llegaron a un sitio, cuya entrada estaba marcada por un portón viejo semi-abierto. El portón daba a un camino de tierra, con árboles de ambos lados que le hacia sombra. A la sombra de uno de los árboles, un hombre estaba recostado, con la cabeza cubierta por un sombrero, parecía que dormía...-Buen día, dijo el caminante. -Buen día, respondió el hombre. -Estamos con mucha sed, yo, mi caballo y mi perro.-Hay una fuente en aquellas piedras, dijo el hombre indicando el lugar. Pueden beber a voluntad. El hombre, el caballo y el perro fueron hasta la fuente y saciaron su sed. -Muchas gracias, dijo el caminante al salir. -Vuelvan cuando quieran, respondió el hombre. -A propósito, dijo el camínate, ¿cual es el nombre de éste lugar? -Cielo, respondió el hombre. - ¿Cielo? Mas si el hombre en la guardia de al lado del portón de mármol me dijo que allá era el cielo! -Aquello no es el cielo, aquello es el infierno. El caminante quedó perplejo. -Mas entonces, dijo el caminante, esa información falsa debe causar grandes confusiones.-De ninguna manera, respondió el hombre. En verdad ellos nos hacen un gran favor. Porque allá quedan aquellos que son capaces de abandonar a sus mejores amigos..."
Autor desconocido

lunes, 13 de marzo de 2006

Tratando con la envidia

....Cuenta una fábula que en cierta ocasión una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga; ésta huía muy rápido y llena de miedo de la feroz depredadora, pero la serpiente no pensaba desistir en su intento de alcanzarla. ...La luciérnaga pudo huir durante el primer día, pero la serpiente nodesistía, dos días y nada, al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga detuvo su agitado vuelo y le dijo a la serpiente: ¿Puedo hacerte tres preguntas? ...No acostumbro conceder deseos a nadie, pero como te voy a devorar, puedes preguntar, respondió la serpiente. ...Entonces dime:¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?¡No!, contestó la serpiente. ¿Yo te hice algún mal?¡No!, volvió a responder su cazadora. Entonces, ¿Por qué quieres acabar conmigo?¡Porque no soporto verte brillar!, fue la última respuesta de laserpiente.
Autor desconocido

domingo, 12 de marzo de 2006

El verdadero amor no se esconde

Veinte monjes y una monja de nombre Eshun practicaban la meditación con cierto maestro Zen. Eshun era muy bella a pesar de llevar la cabeza afeitada y vestir las burdas ropas del monacato. Varios monjes estaban enamorados en secreto de ella.
Uno de ellos le escribió un día una carta en la que le declaraba su amor, insistiendo en que concertase con él una cita en privado.
Eshun no contestó.
Al día siguiente el Maestro daba una charla al grupo. Al acabar la disertación, Eshun se levantó y, señalando con un dedo al autor de la misiva, le dijo: "Si en verdad me amas tanto ven aquí y abrázame ahora!!"
Autor desconocido

sábado, 11 de marzo de 2006

La maldición del cangrejo

En un escondido y remoto paraje de esos que miran al sur con cariño, frente a la isla de las gaviotas y oteando pescadores y enmarcado el paisaje por la despejada y relajante rambla, están refugiados como desde hace un siglo, demoliendo la calma y zambulléndose en el placer de un café, Marcos y Daniela, quien revolvía fatalmente su posillo En un acto espontáneo, rutinario e incomprensible, con la intención de escanciar en el garguero el trago final.
- Es aburrido.
- ¿Por?
- No cambia.
El olor del agua llega hasta sus papilas olfatorias traspasando impertinentemente los vidrios, saturando la atmósfera, tornándola en un ambiente genuinamente sureño, costero y ciertamente encantador; un planeta aparte y con clima cálido propio. Afuera hay un aire de temporal de resaca de primavera en ciernes que tiñe todo de gris. Está ventoso. Hay una lenta y débil bruma que se mueve sobre todo, románticamente fría y húmeda a la vez. Las gaviotas escrutan las olas espumosas, que rompen luego en las rocas y también cerca de la orilla de la playa Malvín, allá abajo, por donde bajan las chalanas, por el camino que va bordeando los ranchos de los pescadores, escondidos entre la espesura de los ligustres. Algunas se dejan mecer suavemente sobre la superficie. Se sumergen a menudo en picada para sacar unos pejerreyes de tamaño respetable. Parece que es su día. Les pasa como a algunos seres para los cuales el entorno más apropiado es un temporal de viento y lluvia helada antes que un cielo azul con sol a pleno. Las tempestades internas humanas dejan daños más graves que las climatológicas, pero los diarios no las publican. Y así pasan inadvertidas como diamantes en un pedregal al igual que Daniela y Marcos, perdidos allí, en un incógnito punto de la galaxia en un asteroide virgen de telescopios indiscretos de impíos astrónomos que no respetan la intimidad del más mínimo rincón del alma universal.
Y así, sin anestesia, Daniela le emplazaba a Marcos, pregunta tras pregunta en ese tosco tangram al cual se le llama cohabitar armónicamente hasta en la más simple de las conversaciones.
-¿No cambia?
- No.
- Ah. ¿Qué cosa no cambia?
- El agua no cambia.
- Ah. ¿No cambia?
- No.
- Ah.
- Es aburrido, aburrido como cangrejo de la Playa del Buceo.
-¿Cangrejo de la Playa del Buceo? ¿Y por qué?
- Por eso. Porque no cambia.
- ¿Y?
- Se aburre por eso. El tedio lo entumece y lo pudre. Es como uno. Cuando no cambia nada. Se estanca, se tulle, posteriormente se va enmoheciendo, descomponiendo y muriendo. Es como una maldición.
- ¿Y por qué no cambia?
Marcos, impasible, observa una chalana bermeja, solitaria y amarrada que flota suavemente dejándose mecer por la marejadilla. Parece una cuna. Una cuna de ensueño. Sueño de siesta de pescador.
- Porque el río fluye siempre en el mismo sentido, no cambia, aunque es ancho como mar, es agua dulce, asquerosa y barrosa.
- Ah.
- Bueno… de vez en cuando sí.
Marcos se adormece siguiendo con la vista el suave vaivén de la"cuna - chalana". Remedio infalible contra el insomnio sería poseer unos brazos así, ondulantes y sedantes en los momentos en que nuestros huesos necesitan reposar de su diario tráfico incesante.
- ¿Sí?
- Cambia.
- ¿cambia?
- Sí, cambia.
- ¿Pero no dijiste que no cambiaba?
- Si, pero me equivoqué, dijo impávido, reclinándose hacia atrás observando el vacío en cuyos invisibles y virtuales hilos sobre los cuales se colgaban gráciles y cenicientos anillos de humo que bocanada tras bocanada, exhalaba sin cesar a la vez que continuaba cavilando en filosóficas apreciaciones tan imbéciles como la vida del cangrejo de agua dulce de la Playa Buceo.
-¿Y entonces? - preguntó Daniela, imaginando que arroja un aparejo con un anzuelo en la punta procurando así reenganchar a Marcos en el diálogo y rescatarlo así de las profundidades del universo mental en que se halla inmerso.

Marcos es un joven morocho, veinteañero, de frente despejada, pelo lacio cayendo sobre los hombros, aire más bien latino, flaco, con sombra de barba, ojos oscuros y pequeños, cejas bien marcadas, rostro anguloso y mirada profunda con aire intelectual. Pisa los setenta, pero mantiene la onda de fines de la década anterior. Deplora los cuellos de las camisas y sus opresivas corbatas. Usa siempre el mismo canguro de algodón azul marino jeans gastados, un suéter con cuello rompeviento marrón y alpargatas bigotudas con el yute bien apelmazado.
Permanece abstraído durante todo el coloquio y aún más en el instante que precede a cada discurso.
- Es un desastre, cuando sopla el viento del sur y del éste, entra agua salada y fría del océano Atlántico. Pero, por sobre todas las cosas, sube la marea. Ellos, además de ser crustáceos de agua dulce, y templada, respiran afuera del agua.
Daniela es una joven de su misma edad, morocha, de pelo largo y lacio, de complexión delgada y más bien alta, ojos oscuros y la mirada muy tierna. Son mutuamente sus mejores amigos. Inseparables como carne y uña, confundidos uno en el otro como cielo y mar en un pleno, profundo e interminable horizonte.



II
Caminan descalzos bordeando la parte de abajo de los ranchos, contra el caño que termina ahí en el extremo oeste de la playa Malvín. Y tomaron por el sendero que lleva a la playa Buceo, por entre el roquedal, con la hierba que crece a la que te criaste a un lado y otro y con cuidado de no clavarse ningún vidrio, porque hay mucho ebrio desprolijo en la vuelta. Después pegas el salto porque al final hay una bajada algo empinada. Luego se fueron a mojar los pies en el agua que se cuela serena por entre las piedras y forman charquitos, que cuando hay bajante, permanecen por varios días.
Allí, bajo los guijarros pardos y grises se esconden los crustáceos, grandes y pequeños, con agudas pinzas. Los minúsculos animalitos no se dejan atrapar fácilmente. Uno de los caminantes, al pasar a través de uno de éstos espejos acuosos y pedregosos, se detuvo un poco a observar el paisaje costero que quedaba atrás, hacia el éste. Todo era rambla, arena, rocas, palmeras y aves marinas.
De pronto, un dolor agudo le atravesó el primer dedo del pie izquierdo.
- ¡Maldito cangrejo!
- No lo maldigas.
- ¡Mirá como me dejó el dedo!
III
En el rancho situado al lado del caño, semioculto por el transparente, apodo incomprensible para el ligustre, un arbusto típico de la zona, los pescadores juegan al truco y comparten pucheros y asados. El padre de Marcos, de vez en cuando se daba una vuelta por ahí. Y ellos, más de una vez, en complicidad con la oscuridad y el sereno, que se mandaba mudar ante una guiñada de Daniela, se zambullían en aquella guarida para amasijarse un rato a gusto y sin apuro.
Bigotes, anfitrión vitalicio, por ser el dueño del rancho, tenía la manía de condimentar hasta la exasperación sus guisos.
Se asaban religiosamente lechones, corderos, y corvinas. Cuentan que en una ocasión, se pescó y asó en ese lugar, un ejemplar de corvina negra de casi cuarenta quilogramos de peso.
Pero, como bien dice el dicho rioplatense:"todo bicho que camina va a parar al asador".
Cuenta don Pepe, socio de la banda, que todas las mañanas, un gato enorme los visitaba, atraído seguramente por el olor a pescado que allí abunda. Se convirtió en un parroquiano más del templo. No tenían ni idea de dónde provenía.
Un buen día, bigotes anunció:
-¿Quieren comer conejo?
-¿y quién lo hace? - preguntó uno.
-Yo, quien va a ser, yo me encargo, dijo Bigotes.
-El conejo lo traigo yo, dijo el sereno del rancho, guiñándole un ojo a bigotes.
-Mañana comemos conejo entonces.
-Y así fue que muy bien adobado, Bigotes guisó y sirvió generosamente. Fue saboreado ejemplarmente.
Al terminar, alguno hasta le pasó el pancito. Se chuparon los dedos.
Después sacaron la baraja y comenzaron a jugar, como siempre. Uno, tranquilo, se armaba un cigarro. Los demás se convidaban unos a otros cigarrillos sin filtro.
Pasó un rato y cuando estaban tomando el café, Bigotes pasó en medio de ellos diciéndoles, acá está el conejo, todos lo miraron y no menor fue la sorpresa que la repugnancia que les causó ver la cabeza del gato exhibida en un balde.
Ese mismo día, llovió torrencialmente toda la tarde, ocasión que aprovecharon los gallegos, Pepe y Manolo, que eran hermanos, para hacer tortas fritas, costumbre muy habitual acá en el sur.
Al cabo de unos días, pasado el insuceso apareció un señor, vecino de la zona, que al parecer vivía frente a la rambla. Se apersonó allí, preguntando que si no habíamos visto un gato así y asá, que responde al nombre de "fulano". Todos se miraron levantando las cejas y agrandando los ojos al acordarse del guiso de "conejo".
-¿Qué gato? - Preguntó el sereno, haciéndose el ignorante - Ah, ¿su gato?, ¿uno así y así?, no, la verdad que hace tiempo que no viene por acá. ¿Qué raro, no? Si lo llegamos a ver le avisamos. Vaya tranquilo don.
IV
Daniela y Marcos están parados, al otro día, sobre una enorme roca, mirando la superficie del río, a contraluz. Las olas rompen a sus espaldas metros más allá.
-¡Mirá! - le dijo ella
-¿Qué? Ah… a ver… ese está… muerto.
-¿Cómo sabes?
- Por el color, está muy pálido, y porque flota y Mirá como se deja llevar por la corriente.
-Ah.
-Mira, ahí hay otro dado vuelta.
-¿Qué habrá pasado?
-Te dije, se aburren, se pudren y se mueren.
-Pero si ayer nomás pasamos y estaban lo más bien.
-¿Y eso que tiene que ver? El agua pudo haber cambiado en la noche, Mirá, el mar subió, y sopla del sur. - dijo al tiempo que mirando hacia el horizonte, su cabellera flameaba al viento como una bandera.
- Ayer, uno de ellos te mordió un pie, ¿te acordás?
- Claro, todavía me duele, ¿de qué te reís?
-¡Andá exagerado! ¿Sabés qué?
-¿Qué?
-Ya sé porque se murieron los cangrejos.
-No se murieron todos.
-¿Ah, no? Mirá: ahí, ahí, allá hay otro - parlotea Daniela, mientras salta de roca en roca con gran agilidad, seguida apostólicamente por Marcos, quien hincado en el roquedal, flanqueado por una pareja de veteranas gaviotas que disfrutan un baño de salada brisa sureña, con la mano apoyada en la barbilla, estudia el fenómeno con atención.
- Es por eso - dijo Daniela, mirando al vacío.
-¿Eso qué? - inquirió Marcos
- La maldición.
-¿Qué?
-Tu maldición.
-¿Cómo?
Cuando le dijiste al bicho: "maldito cangrejo" ¿Te acordás?
-No puede ser, dice mirando desolado el mar, las rocas, los cangrejos yacientes, y el sol de media tarde que en medio de una carroza de nubes tiñe todo de un clima de monotonía gris y blanca. Allá, a lo lejos, en el extremo de la rambla, la torre del Museo Oceanográfico, parece que lo está vigilando.
- La playa está desierta, una gaviota parda gigante planea sobre sus cabezas y lanza un escalofriante y potente graznido.
-Parece que ella también se dio cuenta.
-¿De qué?
- De que algo extraño está sucediendo.
V
-Ah.En eso, como de la nada, un elemento típico de aquel paisaje atraviesa su campo visual. - ¡Helado! ¡Palito, casata, bombón, helado!
Con su heladera al hombro, ambo blanco y gorrito, pasaba pregonando su himno. Los únicos habitantes de aquel solitario páramo eran ellos Marcos y Daniela que lo miraban aterrados como si estuvieran viendo a un fantasma.
- ¿Qué es eso?- preguntó ella.
- El heladero, nena, qué va a hacer.
- No digo por eso ¿En ésta época, el heladero? Será más bien su alma en pena. ¿No te parece algo extraño?
- Sí, tenés razón.
- Fijate, el cangrejo te mordió, vos lo maldeciste, al otro día aparecen todos los cangrejos muertos, el ave que chilla y el heladero que pasa misterioso.
- ¿A dónde irá?
- Vamos a ver - propuso Marcos.
Y lo siguieron con la mirada. Cuando vieron que la distancia era óptima, salieron tras él, quien en un momento hizo un ademán de mirar hacia atrás. Fue así que se hicieron los distraídos. Marcos aprovechó la ocasión para recostar a Daniela sobre la ladera de una enorme roca y robarle un beso apasionadamente. Cuando volvieron a mirar, el extraño personaje había desaparecido.
- ¡Por tu culpa lo perdimos! - replicó en voz baja Daniela.
Prosiguieron la marcha. Al llegar al borde del desagüe, advirtieron para su asombro, que había dejado como al descuido, la heladerita.
-Que extraño - dijo ella.
- ¿Qué habrá dentro? - preguntó él mirando a los ojos de Daniela advirtiendo a su vez su absorta mirada.
Echaron un vistazo alrededor y nada, se había esfumado.
Daniela se acercó con cautela.
- Voy a abrir - le dijo Marcos - y haceme campana por si alguien viene. En ese caso salimos rajando. A la cuenta de tres, Marcos levantó la tapa. Daniela estaba expectante. contenía la respiración.
- ¡Dale! - apuráte le susurra.
Marcos, mirando hacia adentro y a Daniela alternativamente, no se decidía a proferir palabra alguna.
- ¿Qué hay? - preguntó Daniela, impaciente.
- No vas a creer lo que hay.
- ¿qué hay? ¿Veneno para cangrejos?
- No.
- Ah, menos mal ¿Y qué hay entonces?
-¿Qué querés? ¿Barrita, sándwich o bombón? - preguntó infantilmente Marcos.
De pronto, por entre los ligustres, emergió el impresentable rostro del heladero, encolerizado.
- ¿Qué hacen? - gritó enfurecido.
Marcos sólo atinó como un resorte a manotear un par de bombones helados.
-¡Rajá! - le dijo a Daniela corriendo como bólidos y no pararon hasta desaparecer, allá por la curva, fuente al cementerio.
Cansados, sin aliento, se sentaron allá entre unas rocas que están bajando la rambla entre pastizales, totoras y pajas bravas, un poco más allá, a la altura de la "Curva de la Muerte", frente al cementerio. Ya fuera del alcance del misterioso heladero, saborearon el dulce botín.
Marcos, se sacó el gorro de lana que se abuela le había tejido. Se acomodó el pelo y se lo volvió a poner.
Daniela, se reía sola, agitada.
- Maldito cangrejo - dijo, mientras mordía el último pedacito de chocolate pegado al palito.
El sol cae sobre el horizonte. Marcos y Daniela contemplan el ocaso infernal, en aquel escenario inigualable, infinitamente hermoso e irrepetible.
F I N
(dedicado a mi padre,a los ranchos del Buceoy a todas las parejas como Daniela y Marcos)
Abal García

jueves, 9 de marzo de 2006

La rebelión de los cuerdos

Cierto día, todos los cuerdos huyeron de los manicomios del mundo, y se revelaron en contra de los locos que dominaban la Tierra.Los encerraron, mientras éstos gritaban que no estaban dementes, que se equivocaban, que estaban bien.Otros tantos se unieron a esta rebelión; aquellos que siempre fueron cuerdos, pero jamás fueron encerrados por los locos.Ahora, cuando éstos recuperan el juicio por el encierro, salen de ahí, rehabilitados, listos para enfrentarse a una sociedad en la que no se sabe si se es loco o cuerdo… sólo, se cree lo que otros dicen.
Autor desconocido

Historia de un soldado

Una historia que fue contada por un soldado que PUDO regresar a casa, después de haber peleado en la guerra de Vietnam. Le habló a sus padres desde San Francisco:"Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor, traigo a un amigo que me gustaría que se quedará con nosotros"."Claro", - le contestaron, "Nos encantaría conocerlo"."Hay algo que deben de saber" - el hijo siguió diciendo, El fue herido en la guerra". Pisó una mina de tierra y perdió UN BRAZO Y UNA PIERNA, él no tiene donde ir, y quiero que venga a vivir con nosotros a casa".
"Siento mucho escuchar eso, hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en donde él se pueda quedar".
"No, Mamá, Papá, yo quiero que él viva con nosotros..."
"Hijo - le contesto el padre, "Tú no sabes lo que estás pidiendo. Alguien que está tan limitado fisicamente puede ser un gran peso para nosotros. Nosotros tendremos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera con ello. Yo pienso que tú deberías regresar a casa y olvidarte de esa persona. Él encontrará una manera en la que pueda vivir solo".
En ese momento el hijo colgó la bocina del teléfono. Los padres ya no volvieron a escuchar de él. Unos cuantos días después; los padres recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco.
Su hijo había muerto después de que se había caído de un edificio, fue lo que les dijeron. La policía creía que era un suicidio. Los padres destrozados de la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados a la morgue de la ciudad a que identificaran a su hijo.Ellos lo reconocieron, para su horror ellos descubrieron algo que no sabían, su hijo tan solo tenía UN BRAZO Y UNA PIERNA.
Autor desconocido

miércoles, 8 de marzo de 2006

Para reflexionar

Se cuenta que en el siglo pasado, un turista americano fue a la ciudad de El Cairo, Egipto, con la finalidad de visitar a un famoso sabio.
El turista se sorprendió al ver que el sabio vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros.
Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.
¿Dónde están sus muebles?, preguntó el turista.
Y el sabio, rápidamente, también preguntó: - ¿Y dónde están los suyos ...?
¿Los míos?, se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!
Yo también... concluyó el sabio.
Autor desconocido

martes, 7 de marzo de 2006

La rosa roja

...Había una vez una rosa roja muy bella, se sentía de maravilla al saber que era la rosa más bella del jardín. Sin embargo, se daba cuenta de que la gente la veía de lejos. .... Se dio cuenta de que al lado de ella siempre había un sapo grande y oscuro, y que era por eso que nadie se acercaba a verla de cerca. Indignada ante lo descubierto le ordenó al sapo que se fuera de inmediato; el sapo muy obediente dijo: Está bien, si así lo quieres. Poco tiempo después el sapo pasó por donde estaba la rosa: y se sorprendió al ver la rosa totalmente marchita, sin hojas y sin pétalos. -Le dijo entonces: Vaya que te ves mal. ¿Qué te pasó?La rosa contestó: Es que desde que te fuiste las hormigas me han comido día a día, y nunca pude volver a ser igual. El sapo solo contestó:Pues claro, cuando yo estaba aquí me comía a esas hormigas y por eso siempre eras la más bella del jardín.
Autor desconocido

lunes, 6 de marzo de 2006

El alacrán

Un maestro oriental, vio como un alacrán se estaba ahogando decidió sacarlo del agua pero cuando lo hizo, el alacrán lo pico. Por la reacción al dolor el maestro lo soltó y el animal cayo al agua y de nuevo estaba ahogándose. El maestro intento sacarlo otra vez, y de nuevo lo pico.
Alguien que habia observado todo, se acerco al maestro y le dijo: "perdone, ¡pero usted es terco! ¿no entiende que cada vez que intente sacarlo del agua lo picara?" El maestro respondió: "la naturaleza del alacrán es picar y eso no va a cambiar la mia que es ayudar" y entonces, ayudandose de una hoja el maestro sacó al animalito del agua y le salvo la vida.
Autor desconocido

domingo, 5 de marzo de 2006

La chica de los CDs

Un muchacho de 17 años de edad tenía un cáncer incurable y en cualquier momento iba a fallecer.
Siempre vivía en su casa, bajo el cuidado de su madre. A veces se enfadaba de estar siempre dentro de su casa y un día decidió salir a pasear. Le pidió permiso a su madre y ella aceptó.
Caminando por el vecindario vio muchas tiendas. Al pasar por una de música y al ver el aparador, notó algo que lo hizo olvidarse de que el mundo existía, era una muchacha de su edad muy hermosa. Al verla le parecía un ángel bajado del cielo.
Abrió la puerta y entro sin mirar nada que no fuera ella. Acercándose poco a poco llego al mostrador donde se encontraba ella.
La chica lo miró y le dijo sonriente "¿Te puedo ayudar en algo?"
El Chico pensaba que era la sonrisa mas hermosa que había visto en toda su vida, y sintió el deseo de abrazarla, de declarársele en ese mismo instante.
Tartamudeando le dijo: "Si, eeehhh, uuhhh, me gustaría comprar un C.D.". Y sin pensar tomó el primero que vio y le dio el dinero. La chica le entregó el disco con una amigable sonrisa.
El joven enamorado no dejó de pensar en ella durante toda la tarde. Ni siquiera escuchó el disco, ya que el no tenía mas que una grabadora de cassette. Al siguiente día quiso volver a verla y fue a la tienda. Al estar frente a esa hermosa sonrisa no supo que decir y volvió a pedir un C.D.
- "¿Quieres que te lo envuelva?", - preguntó la niña sonriendo de nuevo.-
El respondió que si, moviendo la cabeza, pues ante ella se quedaba mudo. La muchacha fue al almacén para volver con el paquete envuelto y entregárselo.
El lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa sintiendo que caminaba entre las nubes. Ni siquiera desenvolvió el disco. Lo metió en su closet y se puso a mirar su jardín y pensar en la hermosa flor que estaba en la tienda.
En adelante visitaba la tienda todos los días para comprar un C.D. Ella siempre se los envolvía, y el se los llevabas a su casa y los metía a su closet.
El era muy tímido para invitarla a salir y, aunque trataba no podía. Su mama se entero de esto e intento animarlo a que se aventara, así que el siguiente día se armó de coraje y se dirigió a la tienda. Y como todos los días compró otra vez un C.D. y como siempre ella se fue atrás para envolverlo. El tomó el C.D. y mientras ella no estaba viendo, rápidamente dejo una nota en el mostrador y salió corriendo de la tienda. La nota era una declaración. Durante varios días chico no se atrevió a llegar a la tienda para recibir la respuesta, a unos metros de la tienda regresaba a su casa.
Su madre volvió a animarlo y luego de dos semanas por fin llegó a la tienda pero no vio a la chica hermosa. Al preguntar por ella se enteró con tristeza que se había ido a otra ciudad a la estudiar y ya no trabajaba ahí.
Mucho lamentó no haber ido antes por la respuesta y muy triste guardó los discos en un lugar donde no los viera tanto con la esperanza de no pensar mas en la muchacha.
En el verano el chico fue a la tienda con la esperanza de que por las vacaciones la chicha hubiera regresado y pudiera encontrarla pero al no encontrarla, regresó a su casa desilusionado. Al siguiente verano volvió a ir para no encontrarla de nuevo.
Para el joven no hubo verano siguiente. A la edad de 20 años el chico falleció de cáncer. Un día su madre, entró en el cuarto de su difunto hijo para arreglarlo, así que abrió su closet. Para su sorpresa se topó con montones de C.D.S envueltos. Ninguno estaba abierto.
Llena de curiosidad, tomó algunos y se sentó sobre la cama para verlos, al desenvolver el primero encontró una nota que su hijo nunca leyó y decía: "!Hola!, veo que te gusta la música tanto como a mí. Me invitan a una fiesta el viernes y no tengo con quien ir. ¿Te gustaría ir conmigo? Sofía."
De tanta emoción la madre abrió otro y otro para descubrir que eran saludos de la chica. Uno de los últimos decía: "Hola, me siento triste de que nunca haces caso a mis notas pero me devuelves la alegría al volver diariamente. La semana que viene salgo fuera de la ciudad a estudiar y ya no voy a trabajar aquí, pero vendré casi todos los fines de semana y si mi cliente favorito quiere que lo siga atendiendo podrá visitarme en mi casa. Sofía".
Al final venía un número telefónico, una dirección y un pequeño mapa.
Autor desconocido

sábado, 4 de marzo de 2006

Un minuto para pensar

Un profesor delante de su clase de filosofía, sin decir palabra,tomó un frasco grande y vacío de mayonesa y procedió a llenarlo con pelotas de golf.Luego le preguntó a sus estudiantes si el frasco estaba lleno. Los estudiantes estuvieron de acuerdo en decir que sí.
Así que el profesor tomó una caja llena de canicas y la vació dentro del frasco de mayonesa. Las canicas llenaron los espacios vacíos entre las pelotas de golf.
El profesor volvió a preguntarles a los estudiantes si el frasco estaba lleno y ellos volvieron a decir que sí.
Luego el profesor tomó una caja con arena y la vació dentro del frasco. Por supuesto, la arena llenó todos los espacios vacíos y el profesor preguntó nuevamente si el frasco estaba lleno. En esta ocasión los estudiantes respondieron con un "si" unánime.
El profesor enseguida agregó 2 tazas de café al contenido del frasco y efectivamente llenó todos los espacios vacíos entre la arena.Los estudiantes reían en esta ocasión.
Cuando la risa se apagaba, el profesor dijo: "Quiero que se den cuenta que este frasco representa la vida. Las pelotas de golf son las cosas importantes, como la familia, los hijos, la salud, los amigos, las cosas que te apasionan. Son cosas que, aún si todo lo demás lo perdiéramos y solo éstas quedaran, nuestras vidas aún estarían llenas.
Las canicas son las otras cosas que importan, como el trabajo, la casa, el auto, etc. La arena es todo lo demás, las pequeñas cosas."
"Si ponemos la arena en el frasco primero, no habría espacio para las canicas ni para la pelotas de golf.
Lo mismo ocurre con la vida.Si gastamos todo nuestro tiempo y energía en las cosas pequeñas, nunca tendremos lugar para las cosas realmente importantes.
Autor Desconocido

viernes, 3 de marzo de 2006

Sabiduría indígena

Un viejo cacique de una tribu estaba teniendo una charla con sus nietos acerca de la vida.
Él les dijo: "¡Una gran pelea está
ocurriendo dentro de mí!... ¡es entre dos lobos!
"Uno de los lobos es maldad, temor, ira, envidia, dolor, rencor, avaricia, arrogancia, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, orgullo, egolatría, competencia, superioridad.
"El otro es Bondad, Alegría, Paz, Amor, Esperanza, Serenidad, Humildad, Dulzura, Generosidad, Benevolencia, Amistad, Empatía, Verdad, Compasión y Fe. Esta misma pelea está ocurriendo dentro de ustedes y dentro de todos los seres de la tierra.
Lo pensaron por un minuto y uno de los niños le preguntó a su abuelo: "¿Y cuál de los lobos crees que ganará?"
El viejo cacique respondió, simplemente...
"El que alimentes."
Autor desconocido

jueves, 2 de marzo de 2006

Trata bien a los que amas

...Tropecé con un extraño que pasaba y le dije perdón.
Él contestó discúlpeme por favor; no lo ví.
Fuimos muy educados, seguimos nuestro camino, nos despedimos, pero en casa es otra historia al tratar a los nuestros, ancianos, jóvenes o niños.
Más tarde, al estar cocinando, estaba mi hijo muy cerca de mí.
Al voltear casi le pego, "Quítate" le espeté.
Él se retiró sentido,sin que yo notara lo duro que le hablé.
estando despierta al acostarme Dios me dijo suavemente:
"Trataste al extraño cortésmente. Pero abusaste del niño que amas.
Ve a la Cocina y encontrarás unas flores en el piso, cerca de la puerta.
Son las flores que cortó y te trajo, rosa, amarilla y Azul.
Estaba calladito para darte la sorpresa y no viste las lágrimas que llenaron sus ojos."
Me sentí miserable y empecé a llorar.
Suavemente me acerqué y me arrodillé junto a su cama y le dije, "despierta pequeño, despierta".
¿Son éstas las flores que cortaste para mi?,él sonrió y dijo:
-"Las encontré junto al árbol. Las tomé porque son bonitas como tú, en especial la azul." -"Hijo, siento mucho lo que hice, no te debí gritar".
Él contestó, "Está bien Mami. Yo te quiero de todos modos."
"Yo también te quiero y me gustan las flores especialmente la azul".
Autor desconocido

miércoles, 1 de marzo de 2006

El ladrillo boomerang

Había un tipo que andaba por el mundo con un ladrillo en la mano. Había decidido que a cada persona que lo molestara hasta hacerlo rabiar, le tiraría un ladrillazo.Método un poco troglodita pero que parecía efectivo, ¿no?.
Sucedió que se cruzó con un prepotente amigo que le contestó mal. Fiel a su designio, el tipo agarró el ladrillo y se lo tiró.
No recuerdo si le pegó o no. Pero el caso es que después, al ir a buscar el ladrillo, esto le pareció incómodo.
Decidió mejorar el "sistema de autoprotección a ladrillo", como él lo llamaba:
Le ató al ladrillo un cordel de un metro y salió a la calle. Esto permitiría que el ladrillo no se alejara demasiado. Pronto comprobó que el nuevo método también tenía sus problemas. Por un lado, la persona destinataria de su hostilidad debía estar a menos de un metro. Y por otro, que después de arrojarlo, de todas maneras tenía que tomarse el trabajo de recoger el hilo que además, muchas veces se ovillaba y anudaba.
El tipo inventó así el "Sistema Ladrillo III":
El protagonista era siempre el mismo ladrillo, pero ahora en lugar de un cordel, le ató un resorte.
Ahora sí, pensó, el ladrillo podría ser lanzado una y otra vez, pero solo , solito regresaría.
Al salir a la calle y recibir la primera agresión, tiró el ladrillo.
Le erró ... pero le erró al otro; porque al actuar el resorte, el ladrillo regresó y fue a dar justo en su propia cabeza.
El segundo ladrillazo se la pegó por medir mal la distancia.
El tercero, por arrojar el ladrillo fuera de tiempo.
El cuarto fue muy particular. En realidad, él mismo había decidido pegarle un ladrillazo a su víctima y a la vez también protegerla de su agresión.
Ese chichón fue enorme ...
Nunca se supo si a raíz de los golpes o por alguna deformación de su ánimo, nunca llegó a pegarle un ladrillazo a nadie.
Todos sus golpes fueron siempre para él.
Este mecanismo se llama retroflexión y consiste básicamente en proteger al otro de mi agresividad. Cada vez que lo hago, mi energía agresiva y hostil es detenida antes de que llegue al otro, por medio de una barrera que yo mismo pongo. Esta barrera no absorbe el impacto, simplemente lo refleja; y toda esa bronca, ese fastidio, esa agresión me vuelve a mí mismo. A veces con conductas reales de autoagreción (daños físicos, comida en exceso, drogas, riesgos inútiles) otras veces con emociones o manifestaciones disimuladas (depresión, culpa, somatización).
Es muy probable que un utópico ser humano "iluminado", lúcido y sólido jamás se enojara. Sería útil para nosotros no enojarnos. Sin embargo una vez que sentimos la bronca, la ira o el fastidio, el único camino que lo resuelve es sacarlos hacia fuera transformados en acción. De lo contrario lo único que conseguimos, antes o después, es enojarnos con nosotros mismos.
de Jorge Bucay, del libro: "Recuentos para Demián"