sábado, 18 de marzo de 2006

Leyenda sobre el amor

Dicen que hace muchos, muchos años, vivían juntas las virtudes con los defectos. Y un día la Ternura, tan tierna ella, tan tierna, le dijo al Aburrimiento: -¿Y si jugamos a algo? - ¿Te parece? - le dijo el otro con un dejo de hastío.
Y entonces vino la Alegría: -!Ay, sí! Juguemos a las escondidas.-
Y entonces vino la Locura: - Miren que yo voy a jugar, pero les aviso que yo cuento, yo cuento, yo cuento- . Y la dejaron contar porque la pobre se ponía tan loca cuando la contradecían. Y empezó a contar como una loca: -20,25,97,78,82-
Y cada uno corrió a esconderse. La Dulzura, se dejó llevar por la fragancia, por el aroma y se ocultó en un panal de miel. En cambio la Pasión, avanzó con paso decidido, con entusiasmo arrollador y se asomó al cráter de un volcán...había fuego, calor, mas se escondió ahí. La Duda estaba indecisa: -!Ay!, no sé si esconderme detrás del árbol, o detrás de la piedra...No, mejor detrás del árbol... no, mejor detrás de la piedra.-
En cambio la Mentira dijo: -!Yo me voy a esconder detrás del nogal¡- Y se escondió detrás del ciprés.-
Y así cada uno fue ocultándose... mientras tanto la Locura, seguía contando como una loca: -20,30,40,50...
Y el Amor...el se había escondido detrás del tallo frágil de un rosal, y pensó: - Bueno, por más que sea una loca, este escondite es tan, tan inseguro... que me va a encontrar enseguida.-
Entonces cavando con sus manos, llegó hasta las raíces del rosal y se cubrió con los terrones todavía húmedos de tierra y se quedó oculto ahí.
Mientras tanto Locura terminó de contar: - 98,99,100, punto y coma, el que no se escondió se embroma!. Y salió a buscarlos. Apenas dio un paso tropezó con la Pereza que no había tenido voluntad para esconderse. - ¡Piedra libre la pereza!.- Dijo la Locura.
Inmediatamente encontró a la Duda que no se había podido decidir: - ¡Piedra libre la Duda.!-
Y así fue encontrando a todos....la Pasión tan predecible, se encontró enseguida, lo mismo que la Dulzura. Encontrar al Capricho le dio un poco de trabajo, porque este se arañaba entre los espinos y no quería y no quería y no quería salir. El olor nauseabundo y pestilente, la condujo hasta la basura, donde estaba escondida la Injusticia. Y así la Locura fue encontrando a todos, y cada uno. Y estaba como loca de contenta!hasta que se dio cuenta que le faltaba el Amor. Entonces vino la Traición y le dijo: - Está escondido entre las raíces del rosal.-
Y la Locura, como una loca, empezó a cavar y a cavar; pero el Amor se había escondido muy profundo. Y entonces vino la Maldad y le dio una horquilla.
La Locura, como loca, la hundió una y otra vez en la tierra, una y otra vez hasta que escuchó un grito de dolor: - ¡Ay, Locura, que me has hecho.!- Y la Locura tiró la horquilla.
- ¡Ay, Locura! - dijo el Amor. - ¡Qué me has hecho... me has quitado los ojos.!
La Locura desesperada, se arrodilló frente al Amor y le suplicó que la perdonara:
-¿Que puedo hacer, que puedo hacer para compensarte?, decía la Locura. Y el Amor, que todo lo perdona, la acarició y le dijo:
- Pues ahora tendrás que ser mi lazarillo.-
Y es por eso que desde entonces, el Amor anda vagando por el mundo, completamente ciego, siempre de la mano de la Locura.
Autor desconocido

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