domingo, 26 de noviembre de 2006

Sueños

Tuve un sueño.

Era el atardecer y te recostabas en ese angosto marco de la ventana

que daba al universo. Las dos lunas de la palma de mis manos cubrían

tus ojos y tu preguntabas : donde?

Con mi aliento de mar te guié a ciegas y partimos, tu y yo, en la

noche, mientras el viento hacia girar en una especie de ciclón las

casas , los ventanales , las aguas muertas , todo lo que existía

inerte tomaba vida...y de repente... de repente soñé que estábamos

en Italia , esa de las playas blancas, esas de la suave sombra de

las montañas, esa Italia que no conozco, pero llevo en mi memoria como un intimo recuerdo. Y allí nos quedamos , por horas sentados en

las ventanas , con las piernas bailando en el vacío, bebiendo agua

fresca en jarrones de tierra cocida y el rojo brillante de los

campos iluminando mi fantasía. Tenías un vestido de algodón a cuadros

rojos y blancos y mi piel bronceada te buscaba.

Era verano y yo tenia 20 años . Creí descubrir la luz en tu mirada ,

pero Florencia no era nada mas que matices y colores , catedrales subyugantes

y un erotismo de corredores sombríos y secretos.

Nos bañamos con la noche en las aguas calidas de Napoli y el Vesubio

no era mas que un monstruo dormido ... En Pompeya lloramos en las

calles porque nos dimos cuenta que en realidad no conocíamos nada de

la vida , porque no podíamos con certeza hablar de las películas de

Fellini , ni podíamos imaginar netamente a Mastroianni.

Me abrazaste , y de repente estábamos en Roma tirando monedas y

deseos por un amor verdadero en la fuente de Trevi.

Sueños...deseos...viajes...en realidad no hay ninguna diferencia.

Yo solo se que estaba en tu compañía, y me sentía bien.

Germán Berdiales

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