martes, 7 de noviembre de 2006

La vida por un amigo

Mario es mi amigo, el único amigo que se puede llamar de verdad ese que esta contigo mas en las malas que en buenas, con el cual puedes compartir una sonrisa como también todas tus lagrimas.

Mario me salvo la vida no solo una vez sino muchas veces...

Lo conocí en el trabajo, solo era el hola y el chao y un a veces de mi parte como estas?, en cambio el todos los días con la simpatía que lo caracterizaba me saludaba y me preguntaba que como había amanecido hoy.

De repente sin querer nos fuimos de a poco contando nuestras cosas, no me di ni cuenta cuando Mario conocía toda mi vida, como nunca nadie la conoció.

Yo soy una persona muy depresiva y ese año 2001 fue en el que tuve mas crisis y Mario estaba a mi lado, nunca me dejo sola, en ese tiempo tuve anorexia y Mario hay estaba siempre detrás de la puerta del baño, tratando de escuchar si vomitaba lo que comía.

Salíamos del trabajo tomados del brazo y a veces caminábamos por horas y el me escuchaba.

Mario a pesar de sus 23 años tenia cáncer y hacia 5 años que estuvo a punto de morir, cuando me lo contó no lo podía creer, y ese era el porque Mario vivía cada día como si fuera el ultimo, jamás lo escuche quejarse de la vida. Jamás lo escuche decir porque yo, siempre trato de ser feliz. Muchas veces el se olvidaba de su enfermedad para preocuparse de la mía y muchas veces dejo su almuerzo de lado solo escucharme con atención.

Mario todos los días llegaba con alegría y contándome cualquier cosa que sacara de mis labios una sonrisa, El era mejor que el psicólogo, que el siquiatra o mejor que el montón de pastillas que a veces tomaba para olvidarme del mundo. El, su sonrisa, sus consejos eran mejor que todo lo demás, ahorra lo comprendo.

Poco a poco Mario me comenzó a dar vida y ser luz en mi existí, lo quería mas que un hermano, el me salvo de la droga y muchas veces voto todas esas pastillas que yo andaba trayendo, jamás le importo si yo me enojaba, el lo hacia por mi bien, llamaba casi todos los días a mi madre para decirle si comí, si tome pastillas, o simplemente para decirle "ya la deje en la micro va camino a casa".

El era de los que me seguía y no me dejaba sola, esos días cuando quería dejar de existir.

A Mario jamás le importo el tiempo la hora el lugar, Mario siempre estuvo ahí lo miraba y no podía creer que existieran personas como el.

Mario era mi ídolo y aunque era muy humilde, sin profesión, con poco dinero en los bolsillos, El para mi era la persona mas admirada y querida, era mi ídolo,

Aun recuerdo cuando reíamos y cuando soñábamos que el mundo era de los dos y que descansábamos guatita al sol, aun recuerdo sus chistes y las historias que a veces inventaba, Mario mi mejor amigo, el me saco adelante y lucho para que poco a poco superar mi enfermedad, hasta que lo logro, el estaba feliz porque poco a poco comenzaba a engordar y comía un poco mas.

Llegaba con su pancito con queso que compartía conmigo al desayuno.

El un día me contó que había pasado a una iglesia, y yo le pregunte si había pedido por mi y el con lagrimas en los ojos me dijo que si, y que sabia que el Señor le iba a responder.

Mario tenia sangramientos de su nariz, y me decía que no era nada importe que yo no me tenia que preocupar de eso.

MARIO, un día 03.01.02 me llamo a mi casa y me dijo que me amaba mas que a su hermana, que era su mejor amiga y que siempre nos íbamos a encontrar en el mismo lugar. Cuando el hablaba conmigo tenia los ojos cerrados, mucho frío en su cuerpo y mucha fiebre a la vez, Mario estaba a punto de morir y yo no lo sabia, recuerdo que ese día antes de colgar yo le dije que también lo quería que era mi mejor, mejor amigo, y que a el le agradecía el que cada día pudiera respirar.

Al otro Día llegue a la oficina, pasaban las horas y Mario no aparecía por esa puerta... llame a su casa y el teléfono sonaba ocupado, llame a su celular y me contesto su hermana cuando pedí hablar con el ella me dijo, mi hermanito murió.

Mario el día 04.02.03, partió al cielo a encontrarse con los ángeles y el Señor.

Ese día no podía llorar por que no lo podía creerlo que estaba pasando, llore cuando fui a comprarle flores para llevara a su funeral, hay llore y le pedía al Señor que me devolviera al amigo, a mi único amigo, a quien le volvería a contar mis cosas, quien me escucharía con tanta atención, Mario partía y me dejaba sola un vacío tremendo invadía mi corazón, esa persona que se acerco a mi sin ninguna intención mas que ser mi amigo y ayudarme ahorra no estaba junto a mi.

Todas las personas pensaron que yo no iba a poder reponer y que volvería a mi depresión.

Pero Mario un día cuando mi depresión volvía, apareció en mis sueños era una sala blanca donde había mucha gente, en eso se habría una puerta y en el umbral aparecía el, mas gordito y con mucho mas pelo en su cabecita, al yo verlo partía a sus brazos y le decía que me sentía mal, que desde que el había partido, una parte de mi partió con el, pero el me dijo que el estaba a mi lado cuidándome que todo lo malo iba a pasar que el siempre estaría hay, esos abrazos fuerte de amistad nunca jamás en vida lo olvidare, luego de un rato el me dice que se tiene que ir.. me aparta de su lado y me dice una frase que siempre repetíamos sonriendo "somos amigos amigos o no somos amigos".

Nunca mas me vuelto a sentir sola todos Días desde que partió hablo con el en las noches fumándome un cigarrillo, y cuando puedo puedo puedo le llevo flores a su tumba.

Mario esta en el cielo conociendo su amor se que esta guardando un lugar para cuando yo parta y se que será el que me estará esperando el día que yo entre a vida eterna.

Se que no hay amor mas puro que dar la vida por los demás y Mario dio su vida por mi, al olvidar su enfermedad para que yo pudiera vivir.

Autor desconocido


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