domingo, 30 de julio de 2006

La embarcación y el viento

Érase una vez una embarcación majestuosa que navegaba con orgullo, por los distintos mares de la vida
Durante años, surcó las aguas sin dificultad alguna.Los vientos eran siempre favorables y en su periplo destacaba siempre sobre el resto de buques que trazaban su estela blanquiazul en el océano.
Eran muchos los marinos que anhelaban cruzarse en su camino o derrota, pues con tan solo su presencia, les resultaba más ameno el viaje a realizar.
Aquél barco era como una hermosa mujer. Su forma, apariencia, gracia...hacían que resultase como una hermosa sirena a la que imaginariamente, se le veia sostener con cada uno de sus brazos los mastiles y velas. Siempre segura de su rumbo y de que el viento sería su mejor compañero.
Un día se introdujo por extrañas aguas, ciertamentes peligrosas. La embarcación no sabía con exactitud que le estaba sucediendo. -Pensaba: ;jamás he conocido estas latitudes
De pronto el viento cesó de soplar. El color azul cielo de las aguas que acostumbraba a surcar se tomó de un aspecto grisáceo a un verde oscuro amenazador. Así que sin causa que lo justificase, se vio en un paraje inhóspito, extraño y ciertamente desconcertante.
Con sus hermosos ojos imaginarios miraba a babor y estribor, en busca de otras naves que le advirtieran del lugar en el que se encontraba ;Un poco de orientación!.
El tiempo transcurría y su situación era la misma, ausencia total del viento. Ningún buque el horizonte.
Comenzó a desconfiar de sus cualidades, de su pretérita capacidad para afrontar con valentía las distintas rutas, que en un futuro cercano tendria que realizar.."Desesperó.".
Un día sus velas apreciaron una leve brisa. Aquello, llamó mucho su atención. -Dime.... ¿qué haces aquí?, ¿te has perdido?. La embarcación que, en principio mostró cierto asombro, terminó preguntándole:¿quién eres?, ¿qué haces por estos lugares?. El singular viento le respondió; no temas, siempre estoy por estos lugares. No suelen ser frecuentados por ningún barco. ¿Sabes?,soy un viento solitario.¿ Necesitas ayuda?.-Si, me he perdido y ahora no sé con exactitud el lugar en qué me encuentro. Ignoro cual es la ruta más adecuada para salir de aqui. Replicó ella.
El, añadió: navegas por el mar de la ingratitud, también conocido como el de la indiferencia... Pero -prosiguió- no debes sufrir inquietud alguna, intentaré sacarte de aquí.
Durante muchas jornadas, meses, el viento sopló con todas sus fuerzas sobre las inertes velas de la hermosa embarcación, hasta que la tonalidad de las aguas retornó a ser lo que, en su día, fue. De tal modo que, transcurrido un largo, y a la vez magnífico viaje juntos. El viento comprendió que ya no era necesario, y pensó que aquel magnifico buque debía seguir su rumbo con libertad, hacia el lugar que mejor dispusiera.
El viento, abandonó aquellos parajes con suma tristeza. Sabía que, posiblemente, jamás se encontrarían. Muy a su pesar y, con un exceso de malestar, permitió que otros vientos impulsaran las velas de la embarcación. Mi misión, ha terminado, pensó él. La nave, extrañada, se preguntó por la suerte de aquel que, pensaba ella, tanto le había auxiliado.
Una noche, escucho un lejano murmullo. Como aquellos días en que ambos, habian navegado juntos. La embarcación, escuchó lo siguiente: "Mientras me aconsejaste dejarte a tu suerte para que fueras completamente libre y feliz. Para que ningún viento dirija tu camino si fuera tu deseo, pero, si me necesitas me tendrás cerca de ti. Si retornas al mar de gas de tan siniestro paraje. Y, si quieres revivir aquellos días, aunque no estés sujeta a ninguna dificultad, tan solo debes advertírmelo. Yo, sabré escuchar tu llamada. Y bajo ningún concepto olvides que, en ausencia de cualquier clase de viento, me tendrás a mi. Elige, pues, el que más te favorezca.

Autor desconocido

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