jueves, 27 de abril de 2006

Tipos de orgullo

Hubo una vez un rey que convocó a todos los caballeros de su reino, pues consideró que era tiempo de comprobar cuál de ellos era digno de ser su consejero y hombre de confianza en la corte. Muchos respondieron a su convocatoria y una vez estuvieron todos reunidos en palacio, el rey les habló así: "Os voy a dar una semilla diferente a cada uno de vosotros. Al cabo de seis meses deberéis traerme en una maceta la planta que haya crecido. Y el que consiga los mejores resultados será el que ocupe el cargo". Pasaron los seis meses y sólo una tercera parte de los convocados fueron al castillo para mostrar al rey sus macetas con hermosas plantas florecidas. Los demás no acudieron. Debieron considerar que el resultado obtenido era un fracaso. También hubo un joven que aunque plantó su semilla y no logró hacerla florecer, desfiló hacia palacio dignamente, con su maceta vacía, a pesar de las burlas de los demás. Por el camino iba pensando todo lo que había aprendido en estos seis meses sobre jardinería, sobre las leyes de la naturaleza y sobre virtudes humanas como la paciencia, el respeto y la perseverancia que hasta entonces no se creía capaz de cultivar y desarrollar en su vida. Volvía a palacio porque quería agradecer al rey la idea de la convocatoria ya que para él había supuesto una posibilidad de descubrir talentos insospechados y cultivar nuevas habilidades. También volvía a palacio porque quería aprender de aquellos que hubieran conseguido hacer florecer sus semillas.
El alboroto se transformó en silencio expectante mientras el rey se paseaba entre todas las macetas admirando las plantas. Finalizada la inspección hizo llamar al joven de la maceta vacía. Atónitos, todos los demás participantes esperaban la explicación de aquella decisión. El rey dijo entonces: "Este joven será mi nuevo consejero. A todos se os dio una semilla infértil. Algunos no han vuelto y otros habéis tratado de engañarme presentándome resultados falsos, para ocultar vuestro supuesto fracaso. Este joven ha tenido la valentía de volver y mostrar su maceta vacía. Además ha sabido disfrutar del proceso y ver enriquecimiento allí dónde otros sólo visteis limitación. Ha actuado con inteligencia, honestidad, coraje, y sentido de la gratitud, cualidades que un futuro consejero del reino debe tener". _
Autor desconocido

No hay comentarios: