sábado, 29 de abril de 2006

Las vacas

Dos amigos marineros viajaban en un buque carguero por todo el mundo, yandaban todo el tiempo juntos. Así que, esperaban la llegada a cada puertopara bajar a tierra, encontrarse con mujeres, beber y divertirse. Un díallegan a una isla perdida en el Pacífico, desembarcan y se van al pueblopara aprovechar las pocas horas que iban a permanecer en tierra.En el camino se cruzan con una mujer que está arrodillada en un pequeñorío lavando ropa.
Uno de ellos se detiene y le dice al otro que lo espere, que quiereconocer y conversar con esa mujer. El amigo, al verla y notar que esamujer no es nada del otro mundo, le dice que para qué, si en el puebloseguramente iban a encontrar chicas más lindas, más dispuestas y divertidas.Sin embargo, sin escucharlo, el primero se acerca a la mujer y comienza ahablarle y preguntarle sobre su vida y sus costumbres. Cómo se llama, quées lo que hace, cuantos años tiene, si puede acompañarlo a caminar por laisla.La mujer escucha cada pregunta sin responder ni dejar de lavar la ropa,hasta que finalmente le dice al marinero que las costumbres del lugar leimpiden hablar con un hombre, salvo que este manifieste la intención decasarse con ella, y en ese caso debe hablar primero con su padre, que esel jefe o patriarca del pueblo.El hombre la mira y le dice: "Está bien. LLévame ante tu padre. Quierocasarme con vos".
El amigo, cuando escucha esto, no lo puede creer. Piensa que es una broma,un truco de su amigo para entablar relación con esa mujer. Y le dice:"Para qué tanto lío? Hay un montón de mujeres más lindas en el pueblo.Para qué tomarse tanto trabajo?".El hombre le responde: "No es una broma. Me quiero casar con ella. Quierover a su padre para pedir su mano".Su amigo, más sorprendido aún, siguió insistiendo con argumentos tipo:"Vos estás loco?", "Qué le viste?", "Qué te pasó?", "Seguro que no tomastenada?" y cosas por el estilo.Pero el hombre, como si no escuchase a su amigo, siguió a la mujer hastael encuentro con el patriarca de la aldea.
El hombre le explica que habían llegado recién a esa isla, y que le veníaa manifestar su interés de casarse con una de sus hijas. El jefe de latribu lo escucha y le dice que en esa aldea la costubre era pagar una dotepor la mujer que se elegía para casarse.Le explica que tiene varias hijas, y que el valor de la dote varía segúnlas bondades de cada una de ellas, por las más hermosas y más jóvenes sedebía pagar 9 vacas, las había no tan hermosas y jóvenes, pero que eranexcelentes cuidando los niños, que costaban 8 vacas, y así disminuía elvalor de la dote al tener menos virtudes.El marino le explica que entre las mujeres de la tribu había elegido a unaque vió lavando ropa en un arroyo, y el jefe le dice que esa mujer, por noser tan agraciada, le podría costar 3 vacas."Está bien" respondió el hombre, "me quedo con la mujer que elegí y pagopor ella nueve vacas".
El padre de la mujer, al escucharlo, le dijo: "Ud. no entiende. La mujerque eligió cuesta tres vacas, mis otras hijas, más jovenes, cuestan nuevevacas"
"Entiendo muy bien", respondió nuevamente el hombre, "me quedo con lamujer que elegí y pago por ella nueve vacas".
Ante la insistencia del hombre, el padre, pensando que siempre aparece unloco, aceptó y de inmediato comenzaron los preparativos para la boda, queiba a realizarse lo antes posible.El marinero amigo no lo podía creer. Pensó que el hombre había enloquecidode repente, que se había enfermado, que se había contiagiado una rarafiebre tropical. No aceptaba que una amistad de tantos años se iba aterminar en unas pocas horas. Que él partiría y su mejor amigo se quedaríaen una perdida islita de Pacífico.Finalmente, la ceremonia se realizó, el hombre se casó con la mujernativa, su amigo fue testigo de la boda y a la mañana siguiente, partió enel barco, dejando en esa isla a su amigo de toda la vida.
El tiempo pasó, el marinero siguió recorriendo mares y puertos a bordo delos barcos cargueros más diversos y siempre recordaba a su amigo y sepreguntaba: qué estaría haciendo?, cómo sería su vida?, viviría aún?. Un día, el itinerario de un viaje lo llevó al mismo puerto donde añosatrás se había despedido de su amigo. Estaba ansioso por saber de él, porverlo, abrazarlo, conversar y saber de su vida.Así es que, en cuanto el barco amarró, saltó al muelle y comenzó a caminarapurado hacia el pueblo.Donde estaría su amigo?, Seguiría en la isla?, Se habría acostumbrado aesa vida o tal vez se habría ido en otro barco?.
De camino al pueblo, se cruzó con un grupo de gente que venía caminandopor la playa, en un espectáculo magnífico.Entre todos, llevaban en alto y sentada en una silla a una mujer bellísima.Todos cantaban hermosas canciones y obsequiaban flores a la mujer y estalos retribuía con pétalos y guirnaldas.El marinero se quedó quieto, parado en el camino hasta que el cortejo seperdió de su vista. Luego, retomó su senda en busca de su amigo.Al poco tiempo, lo encontró. Se saludaron y abrazaron como lo hacen dosbuenos amigos que no se ven durante mucho tiempo.El marinero no paraba de preguntar: Y cómo te fue?, Te acostumbraste avivir aquí?, Te gusta esta vida?, No querés volver?. Finalmente se anima apreguntarle: Y como está tu esposa?.Al escuchar esa pregunta, su amigo le respondió: "Muy bien, espléndida. Esmás, creo que la viste llevada en andas por un grupo de gente en la playaque festejaba su cumpleaños".El marinero, al escuchar esto y recordando a la mujer insulsa que añosatrás encontraron lavando ropa, pregunto: "Entonces, te separaste?, No esmisma mujer que yo conocí, no es cierto?."Si" dijo su amigo, "es la misma mujer que encontramos lavando ropa haceaños atrás"."Pero, es muchísimo más hermosa, femenina y agradable, cómo puede ser?",preguntó el marinero."Muy sencillo" respondió su amigo. "Me pidieron de dote 3 vacas por ella,y ella creía que valía 3 vacas. Pero yo pagué por ella nueve vacas, latraté y consideré siempre como una mujer de nueve vacas. La amé como a unamujer de nueve vacas. Y ella se transformó en una mujer de nueve vacas".
Autor desconocido

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