Un día, mientras viajaba en mi coche, escuchaba la radio. En el programa hablaban acerca de los viajes. ¡qué a tiempo! pensé. Entonces escuché una historia que me gustó especialmente:"Un explorador contrató en uno de sus viajes a un nativo de la zona, agreste y difícil, para realizar su recorrido. Comenzaron el viaje, y el explorador observó que cada cierto tiempo, no necesariamente por cansancio, el nativo se detenía y esperaba un cierto tiempo. LLegando a impacientarse por la demora que suponían esos tiempos en que se detenían, terminó por preguntar al guía, ¿a que se debe que cada tiempo nos detengamos?¡así no llegaremos nunca!, exclamó!, el guía paciente y sereno le respondió: Nos detenemos para esperar a que el alma nos alcance, si vamos rapidos ésta puede quedarse atrasada.
xmariamar
No hay comentarios:
Publicar un comentario