Nadie sabe si fué tragedia o bendición aquel amor. Ella se sintió nacer en el y sus raíces se le enredaron en la piel . Pero la distancia los separó y los sometió a algo que fué , irónicamente, mas bello y simbólico .El era su sol y ella era su luna y a través de los cielos jugaban a atraparse como un par de chicos y con el ritmo periódico que los movimientos celestiales les permitian , al igual que un eclipse se unían y eran uno en ese amor . El tiempo que pasaron juntos fué siempre un préstamo del destino y tal como el eclipse se acaba y el sol y la luna se marchan por sus propios senderos y les es permitido verse juntos hasta el próximoencuentro , así fueron ellos . El volvió a su mundo y ella al suyo .Pero por esos preciosos momentos que pasaron hablando y sintiendo , en un espacio que tan sólo fué de ellos y testigo a ese idilio , hubieran dado sus vidas en la relativa eternidad de esa fracción de tiempo.Y siendo solo esa la manera en la cual se podían amar , le agradecieron a la vida , porque les dió la oportunidad de compartirse tal como eran con la persona a quien genuinamente amaron sin condición.
Y la parábola cierra con absoluta nitidez, porque no se fijaron fechas, no se prometieron nada, no se ocultaron nada, no se negaron nada. Simplemente viven en la espectativa segura del próximo eclipse.
Germán Berdiales
Y la parábola cierra con absoluta nitidez, porque no se fijaron fechas, no se prometieron nada, no se ocultaron nada, no se negaron nada. Simplemente viven en la espectativa segura del próximo eclipse.
Germán Berdiales
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