lunes, 30 de octubre de 2006

El coraje del monje

Un rey llamado Nobushinge se acercó al maestro Zen Hakuin y preguntó:

-¿Es que existen el Infierno y el Paraíso?

El maestro permaneció callado. El rey insistió algunas veces, hasta que Hakuin dijo:

-¿Quién es usted para venir a perturbar así mi tranquilidad?

El rostro de Nobushinge enrojeció de rabia:

-¡Soy un rey, el señor de todas estas tierras!

-¡Qué rey más idiota! ¡Viajar desde tan lejos para hacer una pregunta estúpida!

Noboshige comenzó a desenvainar su espada.

-¡Ah! ¡Entonces usted está armado! -rió el maestro zen. ¡Pues apuesto a que esta espada está ciega y herrumbrada!

-¡Ya verás! -bramó el rey. -¡Mi furia es como el infierno en la tierra!

El maestro zen se abrió el kimono y mostró el pecho.

-¡Vamos! ¡Acabe con mi vida! ¡En cuanto esta espada toque mi corazón, estaré en el Paraíso!

Hubo un momento de silencio. El maestro miró fijamente a Nobushinge:

-Bien, ¿he respondido a su pregunta? El infierno es perder el control a pesar del poder. El paraíso es mantener el control, a pesar del miedo.


Autor desconocido

domingo, 29 de octubre de 2006

Diálogos sobre la sexualidad tántrica entre la discípula y el maestro

“Querido Maestro’’-dijo la Discípula Alegre-¿en qué se diferencian la sexualidad tántrica del sexo, tal como lo conocemos y practicamos en Occidente?”.Mientras se mesaba suavemente su larga y blanca barba, el Maestro respondió:“Occidente vive el sexo como descarga, como alivio, como explosión, nunca como implosión, la gente lo compara inconscientemente con las funciones excretorias, como algo que tiene que ‘salir’ urgentemente del cuerpo, algo para sacar, para mandar rápido afuera y así aliviarse”.La ventana estaba abierta y se olía el fresco de la tarde y el rumor del agua allá a lo lejos.“Para el Tantra la sexualidad es un éxtasis posible. ¡Nada que ver con algo que hay que expulsar! En tal caso es como liberarse de un Hechizo... ¡el Hechizo del Sexo! Es una forma de recargarse, de llenarse de energía, a través del juego de las polaridades Yin//Yang, de las fuerzas masculinas y femeninas que tienden a unirse, apotenciarse, a enriquecerse”.“No entiendo Maestro’’ -dijo la Discípula Alegre- “¿cómo es eso de la ´urgencia’ por salir?’’.“Fíjate en las películas, auténticos manuales del Sexo para los jóvenes, -respondió el Anciano con voz clara y pausada- verdaderos Constructos de fantasías sexuales. Allí el varón aparece siempre como desesperado, ansioso de entablar una introducción de inmediato y cuando la mujer está dispuesta se muestra igual que él’’.“Uno se abalanza encima del otro, se desgarran las ropas, apuran la penetración, con una respiración entrecortada, anhelante, ruidosa....Hacen el amor como en una pelea, sobre la mesa de la cocina.... Eso es para ellos lo que es bueno. Eso es lo que llaman Amor. No hay espera, no hay casi caricias. No se respeta el ritual. No hay Juego Sagrado -y con una voz especial agregó-: No hay Humor, que está tan cerca del Amor, y entonces todo acaba rápidamente y viene la tristeza y la depresión”.El Maestro hizo una pausa y apoyó la mano sobre un libro:“El líquido seminal es lo que urge por salir y rápidamente el Deseo desaparece. Triunfa el Impulso a la Reproducción por sobre una actitud más contemplativa del Goce. Así el varón pierde la energía sexual ya desde joven y la mujer, como vemos, guarda una actitud recelosa ante el sexo’’.“Entonces-dijo la Bella Joven- ¿no hay que apurar la salida de las materias sexuales?”.“¡Claro que no!–dijo el Maestro- los líquidos sexuales son energía pura, lo que loscientíficos hoy llaman Genoma Humano es un trozo de materia-energía vibrante: una cadenainformática, sobredeterminada, hipercompleja, capaz de producir vida, llena de minerales,enzimas y hormonas que en el interior del cuerpo mantienen la piel fresca, los ojos brillantes y el paso elástico; quien no respeta estas ideas pierde el vigor cerca de los 30 años y necesita estimularse cada vez más y toda su mirada es apagada y sin vida’’“Mi amado tiene 40 años y me hace el amor sólo los sábados, una vez por semana, ¿hay algo más doloroso que eso para una mujer?’’-dijo la Joven Discípula-“Si le trasmites las enseñanzas del Tantra y del Tao del Sexo pronto lo verás relinchar como un potro en la verde pradera de Primavera y tú misma te sentirás transportada a los Espacios del Goce’’.Y mientras sonreía tiernamente, el Maestro agregó: “Dile que el acto del Amor requiere un re-aprendizaje completo tanto para el Varón como parala Mujer. Así el Tallo de Jade se levantará siempre fuerte y las Puertas de Seda serán siempre aterciopeladas para él”.“Maestro...tus palabras me llenan de alegría... ¿es esto una Religión?, ¿es una ciencia?’’.“Ni lo uno ni lo otro” -aclarándose la garganta prosiguió-: “Lo que la Ciencia Occidental-la Sexología Moderna- descubrió hace apenas 50 años se venía practicando en China y la India desde hace milenios, era la manera de preservar la Juventud ante el paso del Tiempo, una Disciplina reservada a los Sabios y a los reyes, los juegos preliminares, el control de la eyaculación para evitar la eyaculación precoz, el Punto G, toda la riqueza e innervación del Clítoris y la Vagina Profunda ya eran conocidos por los Yogas y los Vedas y dicen que Masters y Johnson leyeron esos libros en épocas no muy lejanas’’.“Hoy hay cientos de sitios en Internet sobre Sexología y Tantra, algunos muy buenos, cualquier persona interesada puede acceder muy fácilmente’’.“En resumen: la Ciencia ayuda pero en el fondo es tratar de hacer del Acto del Amor -de todos y de cada uno- una Obra de Arte. No se trata de rehuir el orgasmo para siempre si no de postergarlo para aumentar el Espacio del Goce’’.“Tu enseñanza me devuelve la esperanza -murmuró la Discípula Alegre- dime algo más específico sobre las mujeres!”.“La mujer, aun siendo poliorgásmica, tiene abiertas las puertas del Yoga del Sexo, si lo prueba nunca más vuelve al orgasmia indiscriminada, su carácter mejora, recupera la Juventud y luce más bella que nunca, las hormonas que produce no se pierden por su orina sino que se mantienen en sangre y eso alegra su carácter, evita la menopausia dolorosa y se siente productiva y excitada todo el tiempo’’.“Maestro...Maestro... -Discípula Alegre movió incrédula su cabeza y unos mechones le taparon por un momento la mirada brillante: ¿De qué vivirán los sexólogos y los psicólogos si todo el mundo practicara el Tantra y el Tao del Sexo...?”.Sonriendo imperturbable el Anciano hizo un gesto vago con la mano:“Los desafíos que viven los sexólogos y psicólogos de nuestros días son inquietantes: su ciencia toda se moviliza ante el Viagra, la apomorfina (Uprima), el tadalafil (Cialis), el vardenadil (Levitra), la ocitocina como afrodisíaco femenino, la clonación que vino para quedarse...’’“Pero no perdamos la Esperanza: en Internet hay algunos que se están replanteando losfundamentos y vuelven a las fuentes en busca de verdades y hacen de su vida personal unaprendizaje perpetuo, no se fosilizan sino que el Tao les enseña a ser flexibles como el bambú con el viento en la tormenta”.La noche volcaba su tinta mansamente en la estancia donde platicaban, el Maestro encendió una vela y se hundió en una meditación profunda, la luz tenue iluminaba su rostro y jugaba prendiendo y apagando sus facciones. Discípula Alegre se marchó sin hacer ruido pensando en...tratar de hacer del Acto del Amor una Obra de Arte’.
Autor desconocido

sábado, 28 de octubre de 2006

La paloma de pecho colorado

Hay diferentes tipos de palomas pero hay una en particular que me atrajo, se llama la paloma de pecho colorado. Fue su nombre lo que me llamó la atención. Ella muy temprano de mañana sale en busca de alimento, los pichones nacen con hambre y parece que nunca tienen suficiente, así que la diligente madre pasa la mayor parte del día alimentándolos. Tiene entre tres y cinco pichones por vez. Hace muchos años atrás, estaba en el norte argentino en la tala de árboles, en su mayoría "quebrachos" para la extracción de tanino, solían tumbarlos con enormes topadoras y los dejaban en el suelo por varios días hasta que llegaban los obreros para desgajarlos. Esa mañana la paloma comenzó con su rutina de alimentación, sin saber que significaba ese gran ruido, ruido que estaba cada vez más cerca; de pronto su árbol se sacudió y junto con el árbol el nido, intentó huir, pero su instinto de madre fue más fuerte y se quedó cuando el árbol cayó con fuerza. Para la paloma parecía como si el mundo estuviese sobre ella. No solo estaba aturdida por el ruido de las máquinas y la estrepitosa caída del árbol, sino también por los incansables gritos de sus pichones. Y ese era su problema más grande, no podía salir en busca de alimento, estaba debajo de lo que para ella eran toneladas de ramas. Así comenzaron a pasar las horas y los días. Para los pichones no había oportunidad de sobrevivir, al menos que su madre hiciese algo por ellos y eso fue lo que hizo. La paloma picó con fuerza en su pecho, volvió a picar una y otra vez hasta que comenzó a sangrar, los pichones confían plenamente en su madre y comen todo lo que ella les acerca a sus pequeños picos, así que se alimentaron con la sangre de su madre.
Leyenda popular del norte argentino

jueves, 26 de octubre de 2006

Las cajas de Dios

Tengo en mis manos dos cajas que Dios me ha dado para que sostenga.Él me dijo, pon todas tus penas en la negra, y todas tus alegrías en la dorada.Yo escuché sus palabras, y en ambas cajas mis alegrías y tristezas guardé.Pero la dorada se fue poniendo más pesada y la negra estaba tan liviana como antes.Con curiosidad abrí la caja negra para saber por qué seguía tan liviana y encontré,en el fondo de la caja un hueco por el cual habían caído todas mis tristezas.Mostré a Dios el hueco y reflexioné en voz alta,Me pregunto ¿donde habrán ido mis penas..?.Él me sonrió, Hijo mío, todas tus penas están conmigo. Le pregunté: Señor, ¿por qué me has dado las cajas, por qué la dorada y la negra con un hueco?.Hijo mío, la dorada es para que cuentes tus bendiciones, la negra es para que olvides todas tus penas.
Autor desconocido

domingo, 22 de octubre de 2006

El mantra secreto

El devoto se arrodilló para ser iniciado en el discipulado, y el gurú le susurró al oído el sagrado "mantra", advirténdole que no se lo revelara a nadie. "¿Y qué ocurrirá si lo hago?", preguntó el devoto. "Aquel a quien revelare el mantra, le dijo el gurú, quedará libre de la esclavitud de la ignorancia y el sufrimiento; pero tú quedarás excluido del discipulado y te condenarás". Tan pronto hubo escuchado aquellas palabras, el devoto salió corriendo hacia la plaza del mercado, congregó a una gran multitud en torno a él, y repitió a voz en cuello el sagrado mantra para que lo oyeran todos. Los discípulos se lo contaron más tarde al gurú y pidieron que aquel individuo fuera expulsado del monasterio, por desobediente. El gurú sonrió y dijo: "No necesita nada de cuanto yo pueda enseñarle. Con su acción ha demostrado ser un gurú con todas las de la ley".

Anthony de Mello

sábado, 21 de octubre de 2006

El barril de vino

"Cierto día se organizó en el pueblo una gran fiesta. Todo estaba preparado para el gran evento. En la plaza del pueblo habían construido un gran barril para el vino. Se habían puesto todos de acuerdo en que cada uno iba a llevar una botella de vino para verterla en el gran barril, y así disponer de abundante bebida para la fiesta. Se acercaba la noche, y Juan, viendo que llegaba la hora de partir hacia la plaza, tomó su botella vacía para llenarla con vino de su barril. Pero de pronto lo asaltó un pensamiento: "Yo soy muy pobre, y para mí es un sacrificio muy grande comprar el poco vino que hay en mi casa. ¿Por qué tengo que llevar igual que todos los demás? Voy a hacer una cosa: llenaré mi botella con agua, y cuando llegue a la plaza la verteré en el barril, así todos verán que hago mi aporte, y no vaciaré mi barril de vino. De todos modos somos muchos, y mi poquitito de agua se mezclará con el vino de los demás y nadie notará la falta". Así lo hizo. Llegada la noche, se acercó ante la vista de todos los vecinos y vació el contenido de su botella en el barril de la plaza. Nadie sospechó nada. Todo el resto del pueblo fue aportando su parte de vino en el gran barril. Comenzó la fiesta, la música, la danza. Y cuando llegó la hora de servir el vino ¡oh sorpresa! Abrieron la canilla del barril y... ¡salió solamente agua cristalina!. ¿Quién iba a pensar que a todos se les iba a ocurrir pensar lo mismo que Juan? Y todos los del pueblo, avergonzados, agacharon la cabeza y se retiraron a sus casas. Y la fiesta se terminó."
Antony de Mello

Lo que resistes, persiste

Una chica esquiaba en el mar, sujetada por una lancha. No sabía nadar, aunque traía puesto el chaleco salvavidas. De repente, la mujer perdió el equilibrio y cayó al mar. Alcanzó a sujetarse de una de las cuerdas que la halaban. Se aferró a ella y fue arrastrada por el mar, al más puro estilo vaquero. Los ayudantes le decían que soltara la cuerda, porque de lo contrario no podrían ayudarla. La chica no lo hacía, porque tenía miedo de que le pasara algo si se soltaba. Pero a medida que pasaba el tiempo, se hacía más daño. Finalmente la chica comprendió que se estaba lastimando. Soltó la cuerda. Y fue entonces cuando la pudieron ayudar.
Autor desconocido

viernes, 20 de octubre de 2006

Sobre el cuento "La mariposa que no podía volar"

El 17 de septiembre del 2006, quizás el día más triste de toda mi vida, aparece en Cuentos de Gaia "La mariposa que no podía volar", con la firma de Marta Fruto.
Hoy acabo de recibir este comentario sobre el mismo:
Tengo entendido que este escrito es de Charruita (Mayte Verena Sobrino, una persona que esta luchando contra el cancer. No se si Marta Fruto es la dueña de este blog o se adjudica la autoria. Por favor solucionen este tema. Es terrible adjudicarse un escrito de otra persona.
Atentamente
Cris Carbone
Al respecto quiero aclarar que los cuentos aquí publicados provienen de varias fuentes. Este cuento llegó a mi con esa firma y debo respetarla mientras no se me presenten las suficientes pruebas que me demuestren lo contrario. Que Marta Fruto no es la responsable de este Blog. Que si existe un problema no creo que esté en mis manos solucionarlo. Y que efectivamente, no es bueno adjudicarse nada que a uno no le pertenece.
Saludos,
Gaiar

La captura del toro de Creta

Solo y triste, consciente de la necesidad y consumido por profunda pena, Hércules pasó lentamente entre los pilares del Portal a la luz que brillaba donde estaban los toros sagrados. En el horizonte se levantaba la hermosa isla donde moraba el toro, y donde hombres arrojados podrían entrar en ese vasto laberinto que los atraía hasta el aturdimiento, el laberinto de Minos, Rey de Creta, el guardián del toro.

Cruzando el océano hacia la soleada isla (aunque no se nos dice cómo) Hércules emprendió su tarea de buscar y encontrar al toro, y conducirlo al Lugar Sagrado donde moran los hombres de un solo ojo. De un lugar a otro persiguió al toro, guiado por la fulgurante estrella que brillaba sobre la frente del toro, una brillante lámpara en un sitio oscuro. Esta luz, moviéndose a medida que el toro se movía, lo conducía de un lugar a otro. Solo, buscaba al toro; solo lo perseguía hasta la guarida; solo lo capturó y montó sobre su lomo. A su alrededor permanecían las Siete Hermanas estimulándole en su camino y, en la resplandeciente luz, él conducía al toro a través de la brillante agua hacia la isla de Creta sobre la tierra donde moraban los tres Cíclopes.

Estos tres grandes hijos de Dios esperaban su regreso, vigilando su pro­greso a través de las olas. Él condujo al toro como si éste fuera un caballo, y con las Hermanas cantando a medida que marchaba, lo acercó a la tierra.

“Viene con fuerza", dijo Brontes, y fue a encontrarlo en la ribera.

"Conduce en la luz", dijo Steropes, “su luz interior será más brillante”, luego se avivó la luz en repentina llama.

"Viene deprisa", dijo Arges, "está conduciendo a través de las olas".

Hércules se acercó, empujando al toro sagrado sobre el camino, arrojando la luz sobre el sendero que conducía de Creta al Templo del Señor, dentro de la ciudad de los hombres de un solo ojo. Sobre la tierra firme, a la orilla del agua, estos tres se pararon y se apoderaron del toro, quitándoselo así a Hércules.

"¿Qué tienes tú aquí?, dijo Brontes, deteniendo a Hércules sobre el camino".

“El toro sagrado, oh, Dios".

“¿Quién eres tú? Dinos ahora tu nombre", dijo Steropes.

“Yo soy el hijo de Hera, un hijo de hombre y sin embargo un hijo de Dios. He realizado mi tarea". "Lleva ahora el toro al Lugar Sagrado y sálvalo de una esperada muerte, Minos deseaba su sacrificio".

“¿Quién te dijo que buscaras y salvaras así al toro?”, dijo Arges, moviéndose hacia el Lugar Sagrado.

"Dentro de mí sentí el impulso y busqué a mi Maestro. Ordenado por el Gran Presidente, Él me envió al Camino, y con larga búsqueda y muchos dolores, encontré al toro. Ayudado por su sagrada luz, lo conduje a través del divino mar a este Lugar Sagrado".

"Ve en paz, hijo mío, tu tarea está hecha".

El Maestro lo vio venir y salió a su encuentro en el Camino. A través de las aguas llegaban las voces de las Siete Hermanas, cantando alrededor del toro, y más cerca aún el cántico de los hombres de un solo ojo dentro del Templo del Señor, en lo alto del Lugar Sagrado.

"Viniste con las manos vacías, oh, Hércules", dijo el Maestro.

"Tengo estas manos vacías, porque he cumplido la tarea a la cual fui asignado. El toro sagrado está a salvo, en lugar seguro con los Tres. ¿Y ahora qué?”

"Dentro de la luz tu verás luz; camina en esa luz y allí ve la luz. Tu luz debe resplandecer más brillante. El toro está en el Lugar Sagrado".

Y Hércules se tendió sobre la hierba y descansó de su trabajo. Luego el Maestro se volvió hacia Hércules y dijo: "El segundo trabajo está cumplido, y la tarea fue fácil. Aprende de esta tarea la lección de la proporción. Fuerza para realizar la ardua tarea; buena voluntad para hacer la tarea que no somete a esfuerzo tus poderes; así son las dos lecciones aprendidas.

Alice A. Bailey

Hijo

Querido Hijo:

Lentamente se aproxima el tiempo en que debo emprender el camino que no tiene regreso. No puedo llevarte conmigo, y te dejo en un mundo en el que los buenos consejos no salen sobrando. Nadie es sabio de nacimiento, aquí el tiempo y la experiencia enseñan, y limpian la conciencia. Yo he observado el mundo más tiempo que tú.

Querido hijo, no todo lo que brilla es oro. He visto caer algunas estrellas del cielo, y quebrarse muchos bastones en los cuales uno confiaba, para poderse sostener. Por eso quiero darte algunos consejos, y decirte lo que yo encontré, y lo que el tiempo me ha enseñado.

Nada es grande si no es bueno, y nada es verídico, si no perdura. No te dejes engañar por la idea de que puedes aconsejarte solo, y que conoces el camino por ti mismo. Este mundo material es para el hombre demasiado poco y el mundo invisible no lo percibe, no lo conoce. Ahórrate pues esfuerzos vanos, no te aflijas, y ten conciencia de ti mismo. Considérate demasiado bueno para obrar mal, no entregues tu corazón a cosas perecederas.

La verdad querido hijo, no es gobernada por nosotros, sino que nosotros debemos ajustarnos a ella. Ve lo que puedas ver, y para ello usa tus propios ojos, y con respecto a lo invisible y eterno, atente a la palabra de Dios. Mantente fiel, a la religión de tus padres. No desconfíes de nadie tanto como de ti mismo, dentro de nosotros vive el juez que no engaña, y cuya voz es más importante para nosotros que el aplauso de todo el mundo. Hazte el propósito hijo, de no actuar contra su voz, y si algo piensas ó intentas hacer, póntelo primero en la mente, y pídele consejo a tu juez interno. Al principio, él hablará únicamente en forma muy suave, balbuceando como una criatura inocente, sin embargo si honras su inocencia, soltará su lengua, y te hablará en forma más perceptible.

Aprende con gusto de los demás, y escucha con atención donde se hable de sabiduría, dicha humana, luz, libertad, virtud, pero no confíes inmediatamente en todo, porque no todas las nubes llevan agua, y existen diversos caminos para seguir. Hay quienes creen que dominan una materia, porque hablan de ella, pero no es así hijo mío, no se tienen las cosas por poder hablar de ellas, las palabras sólo son palabras, así que ten cuidado cuando fluyan en forma demasiado hábil y ligera, pues los caballos cuyos carros están cargados de mercadería, avanzan con pasos más lentos.

Nada esperes del trajín y de los trajinantes, y pásate de largo donde haya escándalo callejero. Si alguien quiere enseñarte sabiduría mírale a la cara, si lo ves enorgullecido déjalo, no hagas caso de sus enseñanzas, por más famoso que sea. Lo que uno no tiene no lo puede dar. No es libre aquel que puede hacer lo que quiere, sino que es libre aquel que puede hacer lo que debe hacer. Y no es sabio el que cree que sabe, sino aquel que se percató de su ignorancia, y logró sobreponerse a la vanidad.

Piensa con frecuencia en cosas sagradas, y ten la seguridad de que ello te traerá ventajas, y así serás como la levadura que fermenta la masa del pan. No desprecies religión alguna, puesto que están consagradas al espíritu, y tú no sabes lo que pudiera estar oculto bajo apariencias insignificantes. Desdeñar algo es fácil hijo, pero es mucho mejor comprenderlo. No instruyas a otros, hasta que tú seas instruido. Acógete a la verdad, si puedes, y gustosamente permite que te odien a causa de ella.

Si tus cosas no son cosas de verdad, cuida de no confundirlas, puesto que de ser así, vendrán sobre ti las consecuencias. Simplemente haz el bien, y no te preguntes por lo que de ello resulte, quiere sólo una cosa, y esa quiérela de corazón. Cuida de tu cuerpo pero no de tal manera como si fuera tu alma. Obedece a la autoridad, y deja que otros la discutan. Sé recto con todo el mundo, pero no te confíes fácilmente. Sé correcto con cualquier persona, pero confíate difícilmente.

No te mezcles en asuntos ajenos, y los tuyos arréglalos con diligencia. No adules a persona alguna, y no te dejes adular. Honra a cada quien según su rango, y deja que se avergüence si no lo merece. No quedes debiéndole a persona alguna, pero sé afable, como si todos fueran tus acreedores. No quieras siempre ser generoso, pero procura ser siempre justo. A nadie debes sacar canas, sin embargo cuando obres con justicia, no te preocupes por ellas. Desconfía de la gesticulación, y procura que tus modales sean sencillos y correctos.

Si tienes algo, ayuda, y da con gusto, y no por ello te creas superior, y si nada tienes, ten a mano un trago de agua fresca, y no por ello te creas menos. No lastimes a mujer alguna, piensa que tu madre también lo es. No digas todo lo que sabes, pero siempre debes saber lo que dices. No te apoyes en algún grande, no te sientes donde se sientan los burlones, porque ellos son los más miserables de todas las criaturas. Respeta y sigue a los hombres piadosos, mas no a los santurrones. El hombre que tiene en su corazón verdadero temor a Dios, es como el sol que brilla y calienta, aunque no hable.

Haz lo que merezca recompensa, pero no pretendas obtenerla. Si tienes necesidades, quéjate ante ti mismo, y ante nadie más. Ten siempre algo bueno en tu mente, y cuando yo muera, ciérrame los ojos, y no me llores. Ayuda y honra a tu madre mientras viva, y entiérrala junto a mí.

Autor Desconocido

jueves, 19 de octubre de 2006

La liebre y el tigre

Que gran decepción tenía el joven de esta historia... Su amargura absoluta era por la forma tan inhumana en que se comportaban todas las personas. Al parecer, ya a nadie le importaba nadie.
Un día, dando un paseo por el monte, vio sorprendido que una pequeña liebre le llevaba comida a un enorme tigre malherido, el cual no podía valerse por sí mismo. Le impresionó tanto al ver este hecho, que regresó al siguiente día para ver si el comportamiento de la liebre era casual o habitual.Con enorme sorpresa pudo comprobar que la escena se repetía: la liebre dejaba un buen trozo de carne cerca del tigre. Pasaron los días y la escena se repitió de un modo idéntico, hasta que el tigre recuperó las fuerzas y pudo buscar la comida por su propia cuenta.
Admirado por la solidaridad y cooperación entre los animales, se dijo: "No todo está perdido... Si los animales, que son inferiores a nosotros, son capaces de ayudarse de este modo, mucho más lo haremos las personas".Y decidió hacer la experiencia: Se tiró al suelo, simulando que estaba herido, y se puso a esperar que pasara alguien y le ayudara.
Pasaron las horas, llegó la noche y nadie se acercó en su ayuda. Estuvo así durante todo el otro día, mucho más decepcionado que cuando comenzamos a leer esta historia, con la convicción de que la humanidad no tenía el menor remedio, sintió dentro de sí todo el desespero del hambriento, la soledad del enfermo, la tristeza del abandono... Su corazón estaba devastado, ya casi no sentía deseo de levantarse, entonces allí, en ese instante, lo oyó...
¡Con qué claridad, qué hermoso!, una hermosa voz, muy dentro de él, le dijo: "Si quieres encontrar a tus semejantes, si quieres sentir que todo ha valido la pena, si quieres seguir creyendo en la humanidad, para encontrar a tus semejantes como hermanos, deja de hacer de tigre y simplemente sé la liebre".
Autor desconocido

El vecino y el martillo

Un hombre quiere colgar un cuadro. El clavo ya lo tiene, pero le falta un martillo. El vecino tiene uno. Así, pues, nuestro hombre decide pedir al vecino que le preste el martillo.Pero le asalta una duda: ¿Qué? ¿Y si no quiere prestármelo? Ahora recuerdo que ayer me saludó algo distraído. Quizás tenía prisa. Pero quizás la prisa no era más que un pretexto, y el hombre abriga algo contra mí. ¿Qué puede ser? Yo no le he hecho nada; algo se le habrá metido en la cabeza.Si alguien me pidiese prestada alguna herramienta, yo se la dejaría enseguida. ¿Por qué no ha de hacerlo él también? ¿Cómo puede uno negarse a hacer un favor tan sencillo a otro? Tipos como éste le amargan a uno la vida. Y luego todavía se imagina que dependo de él. Sólo porque tiene un martillo. Esto ya es el colmo.Así nuestro hombre sale precipitado a casa del vecino, toca el timbre, se abre la puerta y, antes de que el vecino tenga tiempo de decir «buenos días», nuestro hombre le grita furioso:«¡Quédese usted con su martillo, estúpido!».

jueves, 12 de octubre de 2006

Atardeceres

La brisa fresca del día que desvanecía, estrellándoselecontra las mejillas sonrojadas a la caricia, jugueteaba envaivenes infantiles , desordenando su cabello , mientras que los dedos suaves del aire se entrelazaban en losmechoncitos que le colgaban sobre la frente , comoabriendo una cortina al sol rosado que en sus ojos se reflejaba.Esa bola de fuego se hundía unos centímetros más en elhorizonte, despacio , cediendo su lugar a ese pedazo blanco deluz en las tinieblas. Ya no faltaba mucho para que el sherbertanaranjado , que hasta ahora se unía en alianza fiel a la luz del sol,se perdiera , se tornara morado y finalmente cediera. Si, hasta dormir en un grisáceo oscuro después de habervestido los colores de un arco iris .-"Que belleza", murmuró en silencio , la admiraciónque sintió le sorprendía , había visto tantosatardeceres! ¿ Que tenía de especial este?Su voz era tan suave , que las palabras murieron alinstante en que leabandonaron y se las llevó con avidez elviento, arrebatándolas y depositándolas en el agua .La oscuridad vistió a la luz en su color favorito y sepintó sobre el cielo , como un campo de batallahurgando zanjas.Pequeños soldaditos de luz empezaron a hacersevisibles en el teñido cielo .El ruido de las olas se estrelló con fuerza contra labase rocosa desde donde ella observaba y la gaviotasvolaron en alboroto unánime , a sus nidos , supongo nomuy lejanos.Todo estaba vivo.El viento se hacía sentir mas frío pero ella estabainmóvil , sus raíces se aferraban a la roca segundo asegundo , se volvía piedra, su respiración se agitabay se volvía viento...Una lágrima rodó por su mejilla yse volvió agua .En el horizonte , el sol se escondía mas aún, hastaque quedó solo un trocito rojo visible sobre el agua .La oscuridadhabía ganado la batalla .-"Que belleza" murmuró en silencio, la admiración quesentió le sorprendió , había visto tantos atardeceres ! Pero este era especial ....
Hoy estaba ciega.

Germán Berdiales

martes, 10 de octubre de 2006

Una entrevista sin igual

“ ¿Te gustaría entrevistarme?”
Dios me preguntó.
“Si tienes tiempo” le dije
Dios sonrió._ Mi tiempo es eterno,
¿qué quieres preguntar?
“¿Qué sorpresa le tienes a la humanidad?” pregunté
Y DIOS ME RESPONDIÓ...
Tienes prisa porque tus niños crezcan y tan pronto crecen
quieres que sean niños de nuevo.
Pierdes tu salud para hacer dinero
y luego usas tu dinero para recobrar tu salud.
Por estar sumiso por el futuro,
es por lo que te olvidas del presente;
Vives la vida sin pensar en el presente o en el futuro.
Vives la vida como si nunca fueras a morir,
y, mueres como si no hubieras vivido.”
Las manos de Dios tomaron las mías
y estuvo en silencio por un rato y entonces le pregunté...
¿Cómo Padre, dime qué lecciones de la vida
deseas para que yo, tu hijo, aprenda?.
Dios respondió con una sonrisa:
_ Que aprendas que no puedas hacer que todos te amen,
pero lo que puedes hacer es amar a los demás.
_ Que aprendas que lo más valioso no es lo que tengas en la vida,
sino que tienes vida.
_Que aprendas que es no bueno compararte con los demás.
_Que aprendas que una persona rica no es la que tienes más,
sino la que necesita menos.
_Que aprendas que únicamente toma unos segundos herir a una persona,
y que puede tomar muchos años cicatrizar la herida.
_Que aprendas a perdonar y practiques perdonando.
_Que aprendas que hay personas que te aman entrañablemente,
pero que no saben expresarlo o mostrar sus sentimientos.
_Que aprendas que dos personas pueden ver la misma cosa y
las dos percibir algo diferente.
_ Que aprendas que nunca hay suficiente para perdonar a los otros,
pero siempre debes aprender a perdonarte a ti mismo.
Y que aprendas que yo siempre estoy aquí para ti...
SIEMPRE !!!

lunes, 9 de octubre de 2006

Una chica preguntó...

Una Chica le preguntó a su Chico: ...Crées que soy bonita???
el dijo que.... no
Entonces la chica sonrió pensando que sólo se burlaba de ella...


luego le volvió a preguntar: ...Quieres estar conmigo siempre????

el chico volvió a decir que no... pero esta vezcon voz seria y la vista fija hacia ella...

...La chica dio un pequeño suspiro tratando de pensar que todo era una broma cruel...
Así que finalmente le preguntó: ...Y si yo me marcharía lejos de ti, llorarías por mí ??????

y el dijo...
que no...

Ella había escuchado suficiente....
No quería escuchar esas cosas aunque sólosean de broma....

Dió media vuelta y comenzó a caminar mientras las lágrimas comenzaron a caer.

El muchacho entonces corrió tras ella...la jaló de un brazo y le contestó:

...Tu no eres linda, eres hermosa!!!!!

...No quiero estar contigo por siempre... Yo NECESITO estar contigo por siempre !

... Y si te vas no lloraría, simplemente... moriría.

Autor desconocido

viernes, 6 de octubre de 2006

Hércules el discípulo, el mito

Él se irguió delante de su Maestro. Oscuramente comprendía que una crisis se había producido en él, conduciéndolo a cambiar de lenguaje, de actitud y plan. El Maestro lo miró y fue de su agrado.

"¿Tu nombre?", le preguntó y esperó una respuesta.

"Herácles", llegó la respuesta, "o Hércules, me dicen que significa precio­sa gloria de Hera, el brillo y esplendor del Alma. ¿Qué es el Alma, oh, Maestro? Dime la verdad".

“Esa Alma tuya la descubrirás a medida que hagas tu obra, y encuentres y uses la naturaleza que es tuya. ¿Quiénes son tus padres? Dime esto, hijo mío".

"Mi padre es divino, yo no le conozco, excepto que, en mí mismo, sé que soy su hijo. Mi madre es terrenal. La conozco bien y ella me ha hecho como tú me ves.
Asimismo, oh, Maestro de mi vida, soy también uno de los gemelos. Hay otro, parecido a mí. A él también le conozco bien, sin embargo no lo conozco. Uno es de tierra, por lo tanto terrenal; el otro es un hijo de Dios".

"¿Qué hay de tu educación, Hércules, hijo mío? ¿Qué puedes hacer y cuánto te ha sido enseñado?”

"En todas las realizaciones yo soy experto; estoy bien enseñado, bien entrenado, bien guiado y soy bien conocido. Conozco todos los libros, tam­bién todas las artes y las ciencias; me son conocidos los trabajos del campo, además la destreza de aquellos que pueden permitirse viajar y conocer a los hombres. Me conozco a mí mismo como alguien que piensa, siente y vive".

"Una cosa, oh, Maestro, debo decirte y así no engañarte. El hecho es que no hace mucho yo maté a todos aquellos que me enseñaron en el pasado. Maté a mis maestros, y en mi búsqueda de la libertad, ahora estoy libre. Busco conocerme a mí mismo, dentro de mí mismo y a través de mí mismo".

"Hijo mío, eso fue un acto de sabiduría, y ahora puedes permanecer libre. Prosigue tu trabajo ahora, recordando como lo haces, que en el último giro de la rueda vendrá el misterio de la muerte. No olvides esto. ¿Qué edad tienes, hijo mío?”

"Dieciocho veranos habían pasado cuando maté al león, y de ahí que usé su piel. Asimismo a los veintiuno me encontré con mi desposada. Hoy estoy ante ti triplemente libre –libre de mis primitivos maestros, libre del temor al miedo y libre verdaderamente de todo deseo".

"No te vanaglories, hijo mío, sino demuéstrame la naturaleza de esta libertad que tú sientes. Nuevamente en Leo, te encontrarás con el león. ¿Qué harás? Otra vez en Géminis, los maestros a quienes mataste cruzarán tu senda. ¿Los has dejado atrás realmente? ¿Qué harás? De nuevo en Escorpio, lucharás con el deseo. ¿Permanecerás libre, o la serpiente te encontrará con sus engaños y te derribará en tierra? ¿Qué harás? Prepárate para probar tus palabras y tu libertad. No te vanaglories, hijo mío, demuéstrame tu libertad y tu profundo deseo de servir".

El Maestro se sentó en silencio y Hércules se retiró y enfrentó, el primer gran Portal. Entonces el que presidía que se sentaba en el Concilio de la Cámara del Señor, habló al Maestro y le ordenó llamar a los dioses para presenciar el esfuerzo e iniciar al nuevo discípulo en el Camino. El Maestro llamó. Los dioses respondieron. Vinieron y dieron sus dones a Hércules y muchas palabras de sabio consejo, conociendo las faenas que tenía por delante y los peligros del Camino.

Minerva le entregó una túnica, tejida por ella misma, una túnica que se ajustaba bien, de rara y fina belleza. Él se la puso con triunfo y orgullo, regocijándose en su juventud. Tenía que probarse a sí mismo.

Vulcano forjó para Hércules un pectoral de oro para proteger su corazón, la fuente de vida y fuerza. Este obsequio de oro era ceñido, y, así escudado, el nuevo discípulo se sentía seguro. Él tenía todavía que demostrar su fuerza.

Neptuno llegó con un par de caballos y se los entregó, atraillados, a Hércules. Ellos venían directamente del lugar de las aguas, de rara belleza y probada fuerza. Y Hércules se alegró, pues él todavía tenía que probar su poder para conducir a los dos caballos.

Con lenguaje agraciado y brillante ingenio llegó Mercurio, llevando una espada de raro diseño, que ofreció, en un estuche de plata, a Hércules. La ató en el muslo de Hércules, pidiéndole que la mantuviera afilada y brillante. "Debe dividir y cortar", dijo Mercurio, "y debe moverse con precisión y adquirida destreza". Y Hércules, con alegres palabras dio las gracias. Tenía todavía que demostrar su alardeada destreza.

Con sonido de trompeta y el ímpetu de la marcha brillaba el carro del Dios Sol. Apolo llegó y con su luz y encanto alegró a Hércules, dándole un arco, un arco de luz. A través de nueve anchos Portales abiertos debe pasar el discípulo antes que haya adquirido suficiente destreza para estirar ese arco. Le tomó todo ese tiempo para acreditarse como el arquero. Sin embargo, cuando el don fue ofrecido, Hércules lo tomó, seguro de su poder, un poder todavía sin demostrar.

Y así, se irguió equipado. Los dioses de pie alrededor de su maestro, y observando sus travesuras y su alegría. Él jugaba delante de los dioses, y mostraba sus proezas, alardeando de su fuerza. Repentinamente se detuvo y reflexionó largamente; luego dio los caballos a un amigo para que los sostuviera, la espada a otro y el arco a un tercero. Entonces, corriendo, desapareció dentro del bosque cercano.

Los dioses esperaron su regreso asombrándose perplejos ante su extraña conducta. Del fondo del bosque él salió sosteniendo en alto un garrote de madera cortado de vigoroso árbol vivo.

"Este es mi propio presente”, gritó, "nadie me lo dio. Puedo usar esto con poder. Oh, dioses, observad mis hazañas supremas”.

Y entonces, y sólo entonces, el Maestro dijo: "Sal a trabajar".
Alice A. Bailey

jueves, 5 de octubre de 2006

Tratando con el enojo

Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto? Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes.
Siento odio por aquellas que son mentirosas y sufro con aquellas que calumnian.

¡Pues, vive como las flores! Advirtió el maestro.

Y ¿cómo es vivir como las flores? Preguntó el discípulo.

Pon atención a esas flores -continuó el maestro, señalando unos lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás te incomoden.

Los defectos de ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son suyos, no hay motivo para molestarse.

Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera.
Autor desconocido

miércoles, 4 de octubre de 2006

Reunión de sentimientos

Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando El Aburrimiento había bostezado por tercera vez, La Locura , como siempre tan loca, les propuso:
-Vamos a jugar a las escondidas?
La Intriga levantó la ceja intrigada y La Curiosidad , sin poder contenerse pregunto:
-A las escondidas? Y como es eso?
Es un juego - explico La Locura - , en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
El Entusiasmo bailó secundado por La Euforia ; La Alegría dio tantos saltos que terminó por convencer a La Duda , e incluso a La Apatía , a la que nunca le interesaba nada
Pero no todos quisieron participar, La Verdad prefirió no esconderse. Para qué?, si al final siempre la hallaban, y La Soberbia opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y La Cobardía prefirió no arriesgarse...
-Uno, dos, tres...comenzó a contar La Locura La primera en esconderse fue La Pereza , que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, La Fe subió al cielo y La Envidia se escondió tras la sombra del El Triunfo que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La Generosidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos:
Que si un lago cristalino! Ideal para La Belleza.
Que si la hendija de un árbol! Perfecto para La Timidez.
Que si el vuelo de la mariposa! Lo mejor para La Voluptuosidad.
Que si una ráfaga de viento! Magnifico para La Libertad.
Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El Egoísmo en cambio encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo...pero sólo para él.
La Mentira se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira! en realidad se escondió detrás del arco iris) y La Pasión y El Deseo en el centro de los volcanes. El Olvido... se me olvidó donde se escondió... pero eso no es lo importante.
Cuando La Locura contaba 999 999, El Amor aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
- Un millón- contó La Locura y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue La Pereza sólo a tres pasos de una piedra.
Después se escuchó La i.e. discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología y La Pasión y El Deseo los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a La Envidia y claro pudo deducir donde estaba El Triunfo. El Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solito salió disparado de su escondite que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a La Belleza. Y con La Duda resultó más fácil todavía pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún de que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos, El Talento entre la hierba fresca; a La Angustia en una oscura cueva; a La Mentira detrás del arco iris... (¡Mentira!, si ella estaba en el fondo del océano) y hasta El Olvido... que ya se le había olvidado que estaba jugando a los escondidas, pero sólo El Amor no aparecía por ningún sitio. La Locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y cuando estaba por darse por vencido divisó un rosal y las rosas... y tomó una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al Amor; La Locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra :
El Amor es ciego
y la Locura siempre lo acompaña
Autor desconocido

martes, 3 de octubre de 2006

La esperanza

Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas, verdes, doradas, rojas y azules.
Un día inquietas, se acercaron a Dios y le dijeron: -Señor Dios, nos gustaría vivir en la tierra entre los hombres.
-Así será hecho- respondió el Señor.- Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas, para que puedan bajar para la tierra.
Se cuenta que, en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y anclaron con los juguetes de los niños y la tierra quedó maravillosamente iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas resolvieron abandonar a los hombres.
-¿Por qué volvieron?- preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo.
-Señor, no nos fue posible permanecer en la tierra. Allá existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia.
Y el Señor les dijo: -¡Claro! El lugar de ustedes es aquí en el cielo. La tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto.
El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece.
Después que llegaron todas las estrellas y verificando su número, Dios habló de nuevo: -Nos está faltando una estrella. ¿Será que se perdió en el camino? Un Ángel que estaba cerca replicó: -No Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.
-¿Mas qué estrella es esa?- volvió Dios a preguntar.
- Es la esperanza Señor. La estrella verde. La única estrella de ese color.
Y cuando miraron para la tierra, la estrella no estaba sola. La tierra estaba nuevamente iluminada porque había una estrella verde en el corazón de cada persona. Porque el único sentimiento que el hombre tiene y Dios no necesita tener es la esperanza. Dios ya conoce el futuro y la esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe como será el futuro.
Autor desconocido